A través de un proyecto de la Fundación para la Innovación Agraria (FIA) y el Gobierno Regional
Intervenir en la cadena productiva de la ganadería camélida de la Agricultura Familiar Campesina para mejorar la calidad de las materias primas que producen, es el objetivo de un proyecto que se está llevando a cabo en el sector de Vegas de Turi, en la Región de Antofagasta, el cual es conocido por su actividad ganadera en auquénidos.
Con la reciente inauguración de una unidad de trabajo, se marcó un hito en una iniciativa de largo aliento enfocada en fortalecer la cadena de producción de materia prima camélida en la Región. Asimismo, se da inicio al “segundo tiempo” de este proyecto, que también evaluará estrategias para mitigar el daño producido por depredadores como pumas o zorros y la factibilidad de instalar un centro de faenamiento en la comuna de San Pedro de Atacama.
En un esfuerzo conjunto de FIA, el gobierno regional y la Facultad de Ciencias veterinarias de la Universidad de Chile, se comenzó a desarrollar este proyecto a inicios de 2016, con el objetivo general de aumentar la competitividad de la agricultura familiar campesina (AFC), la que en la región está vinculada estrechamente a la ganadería camélida.
Para esto, se fijaron objetivos específicos que buscan impactar en la cadena productiva desde la genética misma de los auquénidos. “Este trabajo comenzó con la base de un proyecto que desarrollamos en 2010, que definió brechas productivas para la ganadería auquénida vinculada a la AFC”, explica María José Alarcón, ejecutiva de innovación de la Fundación para la Innovación Agraria, agencia del Ministerio de Agricultura que ha realizado grandes esfuerzos por agregar valor al sector agropecuario.
“Hay dos rubros que hemos querido potenciar: la agricultura y su producción hidropónica y también la ganadería, donde nos trazamos el objetivo de generar iniciativas sustentables y sostenibles en el tiempo”, explica el seremi de agricultura de Antofagasta, Jaime Pinto, refiriéndose al por qué se ha dado prioridad a esta iniciativa.
Añade Pinto que “creemos que con los logros alcanzados hasta el momento ya podemos hablar de desarrollo comercial, gracias al valor agregado que se le ha dado a un producto o subproducto ganadero que antes no era aprovechado en todo su potencial”.
Cabe destacar que la instalación de unidades de trabajo con implementos como ecógrafos, esquiladoras y sanitizadores, en lugares cercanos a los ganados, les otorgan a las ocho asociaciones de pequeños ganaderos que son beneficiados por esta iniciativa, la infraestructura necesaria para que sus animales se encuentren en las mejores condiciones posibles para producir materia prima.
El proyecto de innovación tiene dos unidades demostrativas como la inaugurada en Vegas de Turi, pero espera poder replicar sus resultados a nivel regional. “Al ser una iniciativa que busca intervenir en toda la cadena productiva, su potencial impacto podría extenderse a toda la región de Antofagasta, razón por la cual cuenta con un presupuesto de 250 millones de pesos”, explicó Alarcón, quien guía los procesos de innovación en representación de FIA.
En paralelo al trabajo en terreno con los animales, el proyecto ha capacitado a los ganaderos en la mejora de los procesos en la materia prima, como el lavado e hilado de la lana obtenida tras la esquila.
Para Irma Panire, representante de las asociaciones indígenas vinculadas al proyecto, esta instancia ha dado valor a su quehacer: “he sentido reconocido mi oficio. Nadie me había dicho antes que era importante”, explica. Detalla que se ha convertido en monitora con su oficio de hilandera y que así ha podido compartir con otras mujeres artesanas: “Lo que me han enseñado, me ha permitido enseñar a otros y conocer a otras mujeres rurales de todo el país. Es importante para nuestra cultura, para que nuestro oficio no quede de lado. Me siento muy importante”.