Por: Carlos Cantero O. Geógrafo, Master y Doctor en Sociología. Académico, conferencista y pensador chileno, estudia la Sociedad Digital y la Gestión del Conocimiento. Fue Alcalde, Diputado, Senador y Vicepresidente del Senado de Chile
La centro-derecha chilena, encabe
Será necesario implementar una estrategia de adaptabilidad a los cambios que representa la emergencia de la sociedad digital. Se requiere promover un cambio estructural de carácter cultural, que le sentido al esfuerzo de desarrollo, superando el exacerbado individualismo en
Se debe asumir como desafío de política pública el cambiar el estado de ánimo, la emoción predominante en las relaciones sociales de los chilenos, que valore como activo intangible el bien sico-social, dando la relevancia al ambiente de confianza y colaboración que debe caracterizarla vida social en el país. En el ámbito público-privado se debe gestionar para superar la banalidad, el nihilismo y el hedonismo que arrasalos valores éticos, que se transforman en el Talón de Aquiles del país. Las instituciones y su institucionalidad resienten la embestida materialista, la ineficiencia y la mediocridad que se instaló en el ámbito público. La ineptitud política conlleva el deterioro de las instituciones fundamentales de la República, que amenazan las bases de una sana convivencia, polarizando posiciones. Se evidencia la incapacidad relacional de la política, por ello se debe promover el encuentro entre los chilenos.
Es necesario liderar un proceso de alcance nacional que restituya en el espectro político el valor del mérito que parece secuestrado en la carrera funcionaria y enfrentar enérgicamente los visos de corrupción y oportunismo por la descoordinación de las instituciones públicas. Habrá que pedir unidad de todos los sectores para enfrentar con decisión el narcotráfico y sus perversas secuelas de degradación, violencia y muerte, que ya se evidencian en nuestras instituciones nacionales.
La clave del éxito político del nuevo gobierno de Piñera está en el respeto a la diversidad y el pluralismo por medio de un adecuado diálogo nacional, que permita reconstruir confianzas y los elementos aglutinantes, equilibrar la virtuosa ecuación de la gobernabilidad: crecimiento económico; equidad social y estabilidad política. El desafío consiste en constituir una auténtica economía social de mercado, con nuevos y mejores sistemas de redistribución, colaboración y sentido social.
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