Por: Carlos Ramírez Leaño. Presidente Cámara Chilena de la Construcción Calama
En las últimas semanas como gremio hemos recibido noticias positivas en materia de infraestructura; primero un alza interanual del 2,9 por ciento en la actividad de la construcción en el undécimo mes de 2017, y segundo, un aumento del 30,1 por ciento en la aprobación de permisos de edificación en Calama.
Noticias positivas para la ciudad pero que llaman a la reflexión sobre el crecimiento que ha experimentado Calama durante los últimos años, siendo importante concretar la modificación del actual plano regulador, instrumento de planificación relevante en una comuna, con el cual se establecen lineamientos para el desarrollo físico de las áreas urbanas.
El PRC de Calama data de 2004 iniciando un proceso de modificación en abril de 2013 a través de la recopilación de antecedentes; a principios de 2017 el proyecto del nuevo plano regulador para la ciudad avanzaba de forma positiva, faltando solo dos etapas para su conclusión y puesta en marcha: la realización de la consulta indígena, un proceso que ya había comenzado en 2016, y la aprobación en general de la modificación del plan regulador.
El desafío para el municipio es cumplir con los plazos que se han establecido, de manera de contar con un plan regulador que entregue los lineamientos para situar a Calama en un nuevo escenario con miras hacia el futuro sobre la base de un conjunto de normas urbanísticas que establezcan un orden en la ciudad y una mejor calidad de vida para sus habitantes como es el caso de una visión a largo plazo, una planificación participativa, accesible y comprensible; y Gobernanza, que cimiente una oportunidad real para una alianza público-privado.
Como cámara conocemos y somos actores involucrados en las necesidades que requiere la ciudad en materia de desarrollo, viendo que la modificación y aprobación del plano regulador, aportará al ordenamiento urbano de la ciudad, impulsando el área inmobiliaria, turística y comercial, el desarrollo de nuevas áreas de esparcimiento y recreación a espacios que no han sido potenciados, entregando a Calama una nueva mirada de crecimiento a futuro pensado en el bienestar de las próximas generaciones.
Existe gran parte del camino ya recorrido, solo falta un último impulso, uno que debe comenzar por parte de las autoridades locales a seguir avanzando en el término del PRC, que ayudará a potenciar la generación de nuevos proyectos y una nueva imagen a Calama.
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