Por: Claudia Rojas. Intendenta de la Región de Tarapacá
Esta columna es la última que escribo en mi calidad de Intendente de la región de Tarapacá. Como todos saben, el próximo 11 de marzo asumen nuevas autoridades y con ello el inicio de un nuevo gobierno.
Ha sido una etapa intensa, llena de desafíos, de levantar proyectos, de materializar anhelos de la comunidad y de cumplir con el programa que la Presidenta Bachelet comprometió para Chile y para nuestra región. Como siempre lo he señalado, agradezco profundamente a nuestra Mandataria por la oportunidad de servir a los habitantes de Tarapacá y de llevar adelante iniciativas que por mucho tiempo fueron sueños relegados.
El resultado de la gestión y de tantos proyectos que están avanzando fue posible porque durante este período, a pesar de las dificultades que hemos enfrentado, en todas las obras exitosas se ha trabajado en equipo, con una gran mayoría de los funcionarios públicos, autoridades sectoriales, consejeros regionales, dirigentes sociales y comunidad trabajando comprometidos en aquellas iniciativas de alto impacto para nuestra región, todos ellos entendiendo que los legítimos intereses políticos no podían significar un rezago en los sueños de los habitantes de Tarapacá.
En estos cuatro años se ha avanzado mucho en equidad, pues hemos disminuido brechas de desigualdad importantes, especialmente las que existían entre las provincias de Iquique y El Tamarugal. Sin embargo, aún quedan sueños por cumplir…
Por ello, quiero desear el mayor de los éxitos a las autoridades que asumen a partir del 11 de marzo, porque en sus manos y en el éxito de su gestión están los sueños y esperanzas de miles de niños, jóvenes, ciudadanos y abuelos de nuestra región. Espero que las decisiones de las nuevas autoridades tengan espacio para todas las miradas, que aborden con equilibrio los asuntos complejos y que el mundo político siempre los acompañe pensando en el bien de Tarapacá y en el de sus habitantes.
Por mi parte, el servicio público no termina con esta etapa. He sido intensamente feliz liderando a nuestra región y, por lo mismo, continuaré colaborando desde mi tribuna, siempre dispuesta a apoyar a las nuevas autoridades con la visión que otorga la experiencia y con la absoluta claridad que el desarrollo de nuestra región y el bienestar de nuestros habitantes es el objetivo que todos buscamos.
He visto rostros inmensamente felices cada vez que sacamos adelante un proyecto o inauguramos una obra, por menor que pudiese parecer cada una de ellas. Ese fue nuestro objetivo en este período y no otro: dar lo mejor como servidores públicos, con honestidad y transparencia, y llevar felicidad y equidad a nuestros territorios. Construir una mejor región fue una tarea ardua, pero la más hermosa que me ha tocado desempeñar.
Tarapacá, por el invaluable apoyo y por el gran cariño recibidos durante mi gestión… simplemente gracias.
El contenido expresado en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no representa necesariamente la visión ni línea editorial de Poder y Liderazgo.