Por: Andrea Espinoza. Abogada. Magister en Derecho LLM, PUC. Especialista en Derecho Público, Administrativo y Arbitraje. Socia de proyectos vitivinícolas. Escritora independiente y columnista de vinos e industria vitivinícola

En un mundo globalizado, donde la producción de vinos se incrementa en todas las latitudes del mundo, la industria nacional vitivinícola, ha sabido abrirse camino para desarrollar productos de calidad, reconocidos en el mundo entero y con una alta demanda en los países del viejo mundo, como por ejemplo en el Reino Unido.

El portal The Drinks Businees, presentó una investigación realizada por Vinexpo, en la que pondera a sus principales proveedores de vinos por volumen, ubicando a Chile en SEXTO lugar, realizando una interesante proyección para los próximos cuatro años, referente a sus consumidores, augurando que sus compradores aumentaran la adquisición de vinos espumosos y vinos tranquilos Premium, es decir, serán preferidos los zumos de mayor calidad,  presagiando que la producción de Chile aumentara su volumen al 2,4%, que corresponde al equivalente a 1,5 millones de cajas, confirmándose aquellas cifras, Chile llegaría a posesionarse en el segundo país con mayor importación por el Reino Unido.

Al respecto, importante es destacar que Chile es el séptimo productor de vinos a nivel mundial, compitiendo con países del primer mundo con tradición en la producción vitivinícola, como lo son Francia, Italia y España, con un número aproximado de 150 países de destino, donde destacan los países asiáticos que han incrementado la importación de nuestros mostos a un 32,0% seguidos solo por la Comunidad Europea con un 29,9%.  De esta manera, podemos entender el  positivo desempeño que tuvo la industria vitivinícola chilena, que incrementó el año recién pasado su producción de vinos, superando por primera vez la barrera de los US$ 2.000 millones en envíos al extranjero, así lo señaló el reporte anual de Comercio Exterior de Chile del año 2017, presentado en enero de 2018, por el Departamento de Estudios de la Dirección de General de Relaciones Económicas Internacionales  DIRECON – ProChile, del Ministerio de Relaciones Exteriores.

Después de revisar estas cifras tan auspiciosas, las estadísticas del comportamiento de los consumidores, sumado a que nuestro país ha estado colmado de elogios internacionales para la producción nacional de nuestros mostos, donde no es ajeno a nuestros oídos, descubrir la mención de alguno de ellos en alguna de las destacadas publicaciones especializadas, distinguiendo algún zumo de origen nacional, resaltando sus atributos y cualidades.

Podemos concluir que este posicionamiento internacional de la industria vitivinícola chilena no es algo que responda al azar, sino más bien al trabajo y la genialidad de nuestros emprendedores, que han sabido pasar sus productos por el tamiz de la calidad, ponderar la excelencia de sus productos, potenciándolos en distintos mercados del mundo.

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