El software, desarrollado por un egresado de ingeniería civil en computación, incentiva y facilita el aprendizaje de ese sistema e incorpora un diccionario de imágenes y señas
Apoyar en la inclusión de las personas con discapacidad auditiva, es el objetivo de una aplicación móvil creada por el estudiante de Ingeniería Civil en Computación Miguel Arenas, quien con dicho trabajo obtuvo su título profesional.
El egresado creó una plataforma que contiene un diccionario con cerca de cien términos que se muestran en la pantalla de un dispositivo inteligente a través de un sistema de imagen-seña, lo que permite facilitar el aprendizaje de este método de comunicación.
La App cuenta además con un sistema de búsqueda de conceptos que funciona de manera muy sencilla y rápida, incentivando el aprendizaje y haciéndolo accesible a cualquier persona interesada en aprenderlo. Junto con esto se presenta un juego de trivia, que refuerza los conceptos incorporados y que consiste en identificar la seña asociada a una imagen.
“Queremos ayudar a la incorporación e inclusión de quienes tienen discapacidad auditiva en la sociedad, acercando y facilitando el aprendizaje de lengua de señas chilena (LSCH) mediante el uso del dispositivo más utilizado en Chile”, señaló Miguel Arenas.
“Esto puede parecer sencillo, sin embargo en la aplicación utilizan conceptos de gamificación, lo que significa emplear herramientas como juegos para mejorar la absorción de ideas e incentivar el aprendizaje de forma entretenida”, agregó.
La aplicación puede ser empleada por personas de cualquier edad, ya que no se requiere saber leer, pues usa ilustraciones auto explicativas, lo que puede ayudar a fomentar conocimientos en niños con capacidades diferentes o en personas que tienen algún tipo de trastorno del habla. De este modo puede ser usada como un puente comunicacional en una conversación.
“Hace algunos años intenté comunicarme con una persona con problemas auditivos, y sentí que yo estaba en desventaja comunicacional, ya que ella sabía leer los labios, pero en mi caso desconocía el lenguaje de señas, lo que me hizo pensar en desarrollar una aplicación como esta”, contó el joven profesional.
“Este es un ejemplo de la capacidad de nuestros estudiantes para desarrollar softwares reales que pueden tener un impacto en la sociedad. Miguel aplicó los conocimientos adquiridos en su carrera y aprendió nuevas tecnologías e investigó sobre gamificación y desarrollo de juegos”, sostuvo el director del Departamento de Ciencias de la Computación, Renzo Angles, quien supervisó el trabajo del estudiante.
“Durante su proceso de creación, el estudiante pudo conocer la realidad de las personas con capacidades diferentes, captar sus necesidades y desarrollar una solución orientada a mejorar su calidad de vida. Esto último requiere ciertas habilidades blandas como la empatía y la paciencia, que no todas las personas poseen, pero que Miguel supo manejar”, puntualizó Angles.