Por: Gabriel Caldes C. Consultor. MBA, Desarrollo Estratégico y Control de Gestión. Autor del libro “La Industria Sanitaria en Chile, de Cara al Siglo XXI”
Esta semana, en Brasilia, se esta realizando el 8º Foro Mundial del Agua 2018. Este evento se realiza cada 3 años y en esta ocasión le correspondió a Brasil ser el país anfitrión.
El objetivo del evento de este año, es de “promover la concientización, construir un compromiso político y activar la acción sobre cuestiones críticas del agua a todos los niveles, para facilitar la conservación, protección, desarrollo, planificación, gestión y uso eficientes del agua en todas sus dimensiones sobre una base ambiental sostenible para el beneficio de toda la vida en la Tierra “.
Para llevar a cabo el octavo foro se realizaron eventos o reuniones en toda América Latina, para que las organizaciones sociales, ONG, academia, servicios públicos, empresarios y organismos internacionales en cada país, representaran sus propuesta, comprometiéndose a trabajar en un informe de LATAM que permita colaborar con los Estados para la toma de decisiones.
Según el informe regional de Latino América y el Caribe, los temas que se trabajaron, son la situación de los recursos hídricos y el futuro del medio ambiente en la región, teniendo en cuanta los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que fueron aprobados en el 2015 por las Naciones Unidas, principalmente el ODS 6 (Garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y el saneamiento para todos), y los ejes estratégicos de la VIII Fase del Programa Hidrológico Internacional para la Seguridad hídrica en América Latina y el Caribe.
Uno aspecto que es necesario destacar, es que el debate internacional del agua, incluido en Chile y como se venía manifestando en los últimos año, la decisiones hídricas cada vez más se relacionan con lo político y están tomando distancia de lo técnico o ingenieril. Esto último, hoy no es el problema central, la tecnología ha desarrollado o está en condiciones de desarrollar cualquier requerimiento técnico, necesario para explotar la infraestructura hídrica o de tratamientos del agua.
En el resumen ejecutivo del informe regional de América Latina y el Caribe sobre el agua, que se discutirá en el foro y teniendo en cuenta el cambio climático, que ha producido un ambiente de incertidumbre hídrica y los cambios sociales y tecnológicos que han ocurrido los últimos años en el continente, se mencionan tres temas que deben enfrentarse:
1) Gobernanza. Con una orientación a realizar mejoras institucionales, con un alto nivel de profesionalización. Con autoridades únicas sobre el agua y con capacidades de fiscalización y coordinación entre los distintos organismos públicos. Por otra parte, se sugiere una actualización o creación de marcos normativos que incentiven una operación y gestión de cuencas y servicios más eficiente, garantizando el acceso al agua y servicios de calidad.
La institucionalidad debe tener cierta independencia del poder político de turno para evitar que las decisiones pierdan su carácter técnico y se mantengan en el largo plazo para dar seguridad a los actores involucrados.
2) Participación. Con el objeto que los intereses de la comunidad, estén representados, pero sin que se pretenda reemplazar la administración. El informe indica que la gestión del agua “supone una amplia gama de instancias de participación, ya sea a nivel de cuencas, municipalidades, juntas vecinales, organizaciones de regantes, comités para la provisión de agua potable rural, usuarios de aguas subterráneas, entre otras. Asimismo, los usuarios directos del agua y la ciudadanía beneficiada o afectada por la gestión hídrica, agrupada o en forma individual, cumplen un papel en relevante”.
La participación, de todos los actores, sin el eje central del gobierno e inserto en la institucionalidad con respaldo legal, no es eficaz.
3) Financiamiento. El financiamiento para avanzar en organizaciones que operan, regulen y fiscalicen los servicios y que permitan una explotación sustentable, tanto de la institucionalidad como de la operación de los servicios.
Por el carácter estratégico que ha tomado el recurso hídrico en el desarrollo de los países, para el financiamiento se sugiere que existan tarifas que permitan la sustentabilidad de la operación e inversiones (muy parecido al modelo Chileno). Al autofinanciarse estos servicios, se evita la captura política de los gobiernos de los operadores estatales.
Los puntos mencionados en este Informe Regional, están ligados a las decisiones políticas de un gobierno y a la fecha, en general en LATAM, no se le ha dado la importancia política que se requiere, para enfrentar el conflicto hídrico, incluido Chile, no basta modificar el código de Agua o tener coberturas de servicios urbanos cercanas al 100% para enfrentar el conflicto del agua, si no se hacen los cambios institucionales en el Estado, donde existen más de 40 servicios públicos que toman decisiones en los recursos hídricos, donde no existe una política nacional del agua para todos los sectores comprometidos y donde no existe una mirada de largo plazo consensuada en materia de gestión de cuencas y de territorialidad.
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