Por: Diego González. Gerente general de Defontana
El impacto que la arremetida de la Inteligencia Artificial, IA, está teniendo puede ser incalculable y lo positivo que llegue a ser dependerá de las aplicaciones que le demos. Las alternativas son variadas, tanto en el campo del trabajo, como en la medicina, educación, negocios, comercio, entre muchas más.
De acuerdo a la consultora internacional IDC, este año, el 30% de las principales empresas de comercio adoptarán una plataforma de servicios omnicanal con todas las capacidades básicas que permitan la diferenciación de la experiencia de usuario, siendo la IA pieza clave para impulsar las nuevas capacidades en la interacción con el cliente, construyendo una experiencia totalmente individualizada.
En el ámbito de los ERP, por ejemplo, también se está usando la IA en lo que es el aprendizaje automático, el despliegue en la nube y la analítica predictiva para administrar los datos.
En el área de los sistemas de gestión, en tanto, la IA puede convertirse en una herramienta capaz de crear asistentes personales virtuales y/o chatbots –de hecho, ya están siendo utilizados en Chile por la industria del retail para sus negocios de e-commerce, principalmente- que ayuden en la dinámica corporativa interna así como en diferentes tareas, entre ellas el manejo de correo electrónico o en las plataformas de contacto con los clientes y/o usuarios externos para hacer más rápida y sencilla su experiencia de atención.
Las aplicaciones de la IA son diversas y extensas. Entre ellas, reconocimiento de voz, agentes virtuales, plataformas machine learning, automatización de procesos robóticos y un largo etcétera. Evidentemente, es una tendencia que puede tener un impacto muy amplio y positivo en las empresas y, por qué no, en la vida cotidiana de las personas.
Según Gartner, de aquí a 2025 la IA se convertirá en la herramienta “base” para redefinir la experiencia de cliente y reinventar una amplia variedad de modelos de negocio. Sin duda, tendrá un protagonismo relevante. Por lo mismo, no solo basta con una innovadora y prometedora tecnología, como lo es la IA, para poder profundizar la transformación digital, se torna fundamental formar conocedores expertos en IA y enfocarse en su aplicación a las nuevas soluciones de gestión con el fin de que los usuarios dispongan de herramientas capaces de adelantarse al futuro en pos de un mejor crecimiento y competitividad.
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