Parlamentario socialista por la región de Los Ríos dijo que “no hay ningún nuevo elemento que justifique el cambio de criterio de la sala penal de la Corte Suprema”
“No hay ningún nuevo elemento que justifique el cambio de criterio de la sala penal de la Corte Suprema, para haber otorgado la libertad condicional a cinco ex oficiales de Ejército que cumplían condena en el penal de Punta Peuco”, manifestó el senador PS Alfonso De Urresti.
El parlamentario dijo que “es lamentable que se haya dejado de considerar el informe de la Comisión de Libertad Condicional, como se había hecho hasta ahora, que en el caso de estos cinco condenados recomendaba no otorgarles el beneficio, pues los reos no muestran ni un mínimo grado de arrepentimiento, ni tampoco han prestado colaboración para esclarecer los hechos investigados”.
De Urresti sostuvo que “efectivamente, los organismos internacionales reconocen el derecho de los internos a los beneficios comunes a todos los condenados. Sin embargo, aquí estamos hablando de crímenes de lesa humanidad que son imprescriptibles. La única posibilidad de acceso a un beneficio es el arrepentimiento y la rehabilitación, y en este caso así como en muchos otros, claramente, eso no ocurre”.
El legislador socialista cuestionó también que “desde la construcción del discurso de los viejitos enfermos, hasta la no consideración del informe técnico sobre libertad condicional, hay una clara estrategia que busca naturalizar una suerte de perdón tácito, como si ahora ya no importaran tanto que estos criminales hubieran matado a otros chilenos. Como si la tortura o los fusilamientos fueran algo normal porque ya pasaron. Nosotros queremos que la democracia se fortalezca, pero eso se hace mejor con justicia que con impunidad”.
Finalmente, De Urresti hizo llegar su “solidaridad con las familias que ven como la justicia, que al menos había llegado a identificar y encarcelar a los criminales pese a su nula colaboración, hoy ven como ellos volverán a sus casas, a transitar por las calles, mientras que sus familiares, asesinados, seguirán en el mejor de los casos en un cementerio, mientras que muchos otros todavía no sabemos dónde están”.