Por: Hernán Leal Barrientos. Director de empresas, speaker y montañista
Muchas veces pensamos que por ser ya mayores de 40 o 50 años no tenemos la oportunidad de poder desarrollarnos en el campo laboral con una empresa o innovación propia. ¡Esto no es verdad!
Sin embargo, no se niega que la juventud en muchos casos parece ser una ventaja, existen muchos casos de éxito como el de Eduardo Jorgensen, con 25 años es el CEO de MedicSensors por sus descubrimientos y la creación del páncreas artificial o el de Evan Spiegel, 25 años, Cofundador de Snapchat.
A pesar de esto, recientes estudios de investigadores del MIT y la Universidad de Northwestern llegaron a la conclusión de que la edad media para emprender es a los 41,9 años y que las personas menores de 30 años tienen mayor probabilidad a fracasar por no contar con la experiencia adecuada en momentos de crisis logrando con esto abandonar su emprendimiento. Incluso en este estudio se descubrió que los emprendedores más exitosos habían fundado su compañía a la edad promedio de 45 años.
La experiencia que poseen las personas de cuatro décadas o más resulta un factor importante en el emprendimiento, pues genera mayores probabilidades de éxito, al poder analizar mejor, con cabeza fría o serenidad, las dificultades que todo negocio conlleva y al poder evaluar los puntos negativos para mejorarlos, sumando con conocimientos y experiencias muchos puntos importantes que los ayudarán a la hora de sortear las dificultades que sin duda van a ir apareciendo en nuestro camino.
Los múltiples obstáculos y barreras que las empresas de hoy enfrentan, en todos los ámbitos de su quehacer, son más fáciles de sobrellevar por una persona más experimentada y madura, pues están más capacitadas a evaluar y medir con mayor detalle los riesgos que conlleva tomar una u otra decisión. Esto porque un joven, sin familia, sin responsabilidades ni ataduras laborales, tiene menor aversión al riesgo.
Si cuentas con experiencia previa en el sector en el cual deseas incursionar con un emprendimiento vas a contar con una alta probabilidad de éxito. Dado los casos previos podemos afirmar también que la edad es solo un número, sin embargo hay que tener en cuenta las razones para el éxito, tener una idea que resuelva un problema de una manera efectiva y revolucionaria, medir los riesgos asociados, tener algo de experiencia en el campo en el que se pretende emprender y saber sortear las dificultades, aunque lo más importante es tener claro que debes luchar en forma tenaz por tus sueños y no decaer, ya que todos tenemos las herramientas necesarias para lograr el éxito.
El contenido expresado en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no representa necesariamente la visión ni línea editorial de Poder y Liderazgo.