Por: Rubén Belluomo. Gerente Comercial de Infor Cono Sur
Los Millennials deben ser una de las generaciones más analizadas de todos los tiempos, así que hablemos un poco más de ellos. Esta vez, enfocaremos nuestra mirada en cómo esta generación, que tiene una clara tendencia a pasar horas en las pantallas, obtener trofeos por participaciones y comer tostadas con palta, forzarán el cambio en las industrias y cadenas de suministro que se relacionan con ellos mismos.
Hemos visto cómo la generación millennials está muy conectada por medios móviles y redes sociales, pero aún así sigue estando muy desconectada de la realidad del mundo. Existe un chiste, quizás algo gastado, que dice “invito a mis amigos a mi casa para sentarnos todos juntos en el living a mirar nuestros celulares”. Sé que estas son generalizaciones masivas de toda una generación, pero estos chistes y generalizaciones se originan del hecho de que las empresas y los empleadores están tratando de entender a una generación que será un tercio de la fuerza laboral en el 2020 y el 75% en el 2025.
De esta forma, veremos que a medida que avanzan en sus carreras y adoptan roles más senior en las empresas, los millennials tendrán mayor poder adquisitivo, y el hecho de que todavía no sabemos por qué seleccionan dichos productos, el entretenimiento y su estilo de vida, atemoriza a los ejecutivos y a sus equipos.
¿A esta generación le importan los modelos actuales de negocios?, ¿valoran más las marcas, el precio, la comodidad o la selección?, ¿la cadena de suministro está establecida como para continuar brindando los productos y servicios relevantes para un grupo de compradores híper conectados con acceso a más información que ninguna otra generación hasta ahora?, ¿qué tiene que ver el internet de las cosas con todo esto?
Cadenas de suministros de marcas, empresas de retail y empresas de alimentos y bebidas, deben ser muy sensibles, ya que los consumidores -cada vez hay más millennials entre ellos-, esperan y demandan un nivel de servicio, experiencia e interacción digital sin precedentes. En ese sentido, una encuesta reciente de YouGov sobre el relacionamiento de los millennials con las marcas, se descubrió que el 61% de los compradores entre 18 y 34 años, habían cambiado de marca en los últimos 12 meses.
La razón de este cambio, según ellos, fue la cadena de suministro. Ya sea por calidad del producto, disponibilidad, responsabilidad social o sustentabilidad, estos jóvenes compradores comentaron que lo que pasa detrás de escena, sí les importa. Ya no es sólo el reconocimiento de la marca, sino que se trata de demostrar el trabajo y probar que los productos se realizan de una manera que reflejan sus valores. Los millennials valoran la transparencia, no aceptan que todo lo que se les dice es verdad, sino que lo cuestionan y cuentan con todas las herramientas para conocer las respuestas.
Lo que nos trae de nuevo al IoT. Con la capacidad de conectar con una mayor cantidad de objetos y ver partes de la cadena de suministro, que de otra manera no podían verse, ya no hay excusas para no saber exactamente qué pasa en la cadena de suministro. Las empresas no pueden hacerse las tontas por más tiempo; todos hemos visto cuando se descubre que las fábricas usan trabajo infantil o tiran químicos al agua corriente. Los clientes esperan cada vez más que se sepa qué pasa dentro de sus cadenas de suministro.
Las empresas están bajo una mirada microscópica, por lo que deben contar con los medios para recolectar y detallar los datos de sus productos, y el IoT puede ser un medio para ayudar a contar con esos datos. Una mayor conectividad en la red de la cadena de suministro, junto con machine learning, ayudarían a validar que la empresa esté cumpliendo con las normas requeridas por un valioso segmento de los clientes.
El poder pasó al consumidor y es responsabilidad de las empresas y de sus cadenas de suministro, garantizar que optimizan la tecnología adecuada y sus procesos de negocios para conocer la información apropiada de sus redes.
El contenido expresado en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no representa necesariamente la visión ni línea editorial de Poder y Liderazgo.