Desconocimiento y falta de gestión son las principales razones para no utilizar los fondos estatales destinados al fortalecimiento del capital humano
Tiempo y dinero suelen ser bienes escasos dentro de una organización, más aún cuando se trata de la invertir en capacitación laboral, ya que la mayoría de las empresas suelen tener otras prioridades y suelen ser reticentes a estas actividad. Sin embargo, es innegable que para mejorar la competitividad resulta indispensable un perfeccionamiento continuo en los procesos y habilidades de los colaboradores de cada compañía.
De un universo que bordea el millón de empresas, menos de 20 mil de ellas utiliza efectivamente los programas de subvención en capacitación e inserción laboral que promueve el Servicio Nacional de Capacitación y Empleo (SENCE), institución dependiente del Ministerio del Trabajo y Previsión Social. Cada año se ven recursos no utilizados, debido a diversas razones como la falta de gestión interna de cada empresa y el desconocimiento, pese a las importantes campañas realizadas durante cada gobierno.
Estas capacitaciones son impartidas por Organismos Técnicos de Capacitación (OTEC) que cumplen con la Norma Chilena de Capacitación nº 2728. La importancia de una capacitación radica en que, tal como afirma el economista, magíster en Educación y experto en capacitación, Fredy H. Wompner, “las industrias pueden encontrar a un trabajador que cumpla con ciertos requisitos, pero pueden hacerse parte de su capacitación y entrenamiento para que éste entregue las habilidades exactas que la industria necesita, y que así, en un trabajo en conjunto entre los trabajadores, organizaciones, Estado y OTEC”.
Capacitar en habilidades blandas
Existe una amplia gama rubros y áreas de capacitación, tanto en aspectos técnicos directamente relacionados con el área de desempeño del trabajador, hasta el fortalecimiento de las llamadas “habilidades blandas”. Éstas últimas, trabajan desde la base de competencias personales, sociales y emocionales del individuo hasta el fortalecimiento de pequeños y grandes equipos de trabajo, en pos de una mayor cohesión, comunicación y logro de objetivos comunes.
Ejemplo de lo anterior es la empresa Sureste, que además de ser una OTEC certificada, es un centro de capacitación con metodología outdoor con más de 16 años de experiencia. “Nos dedicamos al fortalecimiento de empresas mediante capacitaciones orientadas al Trabajo en Equipo, Liderazgo, Autocuidado, Control de Estrés y a una amplia gama de jornadas y programas de Team Building. Nuestra idea es que, a través de actividades en el exterior, los equipos de colaboradores desarrollen habilidades blandas”, comenta Raimundo Romero, gerente comercial de Sureste
Aunque se ubican físicamente en la localidad de El Canelo, comuna de San José de Maipo, cuentan con la alternativa de realizar los cursos en todo Chile, mediante a su programa Sureste Nómade.