Por: Diego González. Gerente general de Defontana
Recientemente, el Presidente Sebastián Piñera presentó #TransformaciónDigital, un instructivo que digitaliza y simplifica una serie de trámites que las personas realizan a diario en diversos servicios públicos. La idea es que el 30% actual de personas que hoy realiza trámites digitales con el Estado, aumente a su máxima expresión, disminuya gradualmente el uso de papel y se pueda ganar en tiempo y ahorrar más de mil 440 millones de dólares al año. ¡Qué buena noticia! El Estado ha comprendido la importancia de la digitalización para apoyar el crecimiento y desarrollo del país. Lo mismo debe hacer la pequeña y mediana empresa, Pyme.
Reconocida como el principal motor productivo del país, hoy este sector ya no tiene excusas para no incorporar nuevas tecnologías para optimizar su gestión y, por ende, crecer. La transformación digital, sin duda, es un tremendo desafío, pero también un imperativo en el Chile actual, donde no se fracasa por falta de experiencia, sino por mal gerenciamiento. La Pyme debe aprovechar que ahora existen todas las condiciones favorables para poder incorporar la tecnología necesaria que le permita hacer mejor su trabajo, tomar mejores decisiones y crecer.
Tanto a nivel público como privado la Pyme tiene acceso a subsidios, acompañamiento emprendedor, apoyo técnico, capacitaciones y muchas alternativas más.
Por montos mínimos, incluso algunas a costo cero, el mercado de las tecnologías de la información, TI, ofrece diversas soluciones de clase mundial, 100% web, de fácil uso y escalables, especialmente diseñadas para responder a las necesidades de la Pyme y de quienes están comenzando a emprender, permitiendo acceder a información en línea, transparente y actualizada desde cualquier lugar para gestionar y administrar un negocio. Ya no hay justificaciones de ninguna índole para que las mejores prácticas de la industria TI no puedan llegar a la Pyme y ésta las aproveche para su mejor desarrollo.
Así como el Estado y las grandes corporaciones han entendido que la inversión en TI es una muy buena opción que tiene un retorno rápido y cuantificable, la Pyme también puede acceder a esos beneficios para asegurar su éxito y crecimiento. Ahora, por ejemplo, por mucho menos de la mitad de un sueldo mínimo mensual, se puede automatizar completamente una empresa, incluyendo facturación electrónica, haciéndola así mucho más eficiente, productiva y competitiva.
La transformación digital es posible y alcanzable para la Pyme; es la llave que le permite mantenerse vigente, optimizar su productividad y, en definitiva, crecer. Ya no hay pretextos para que este sector no potencie y haga de las mejores prácticas de negocio una consigna permanente.
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