Por: Rubén Belluomo. Gerente comercial de Infor Cono Sur
En los 60s y 70s, la generación joven advertía: “Nunca se debe confiar en alguien mayor a treinta”. Actualmente, parece que aplica lo opuesto, la vieja generación encuentra difícil confiar en alguien menor de treinta. Los empleadores hablan de una generación de trabajadores con una mentalidad “primero yo”, que ponen más valor en su propia vida y entretenimiento que en la lealtad a la empresa y al resultado de su trabajo. Ellos valoran su experiencia en viajes e interacción cultural, y quieren ver y conocer el mundo en sus propios términos.
La generación Millennial ha sido criada de una forma totalmente diferente a las anteriores. Ha sido educada electrónicamente, con babycall, monitoreada, con amigos online y en redes. Es la forma en que piensan, interactúan y leen, valoran más un “me gusta” de su tribu que de alguien VIP de una generación mayor. Son contradictorios, pero tienen toda nuestra atención y hay buenas razones para esto, pues están listos para gobernar el mundo.
La pregunta fundamental no es qué es un millennial, sino cómo definimos “generación”. La respuesta simplista, es que una generación es el ciclo reproductivo que te separa de tus padres, a ellos de los suyos y así continuamente. Sin embargo, los historiadores, sociólogos y estadistas, aquellos que nos dividen en categorías y le dan el nombre, buscan información más tangible.
Los historiadores definen una generación como un ciclo de 30 años, ya que ese es el tiempo aproximado que toma para que una persona promedio nazca, crezca y genere sus propios hijos. Prefieren vincular a la gente con experiencias culturales comunes, como la “Generación Pepsi”, o aquellos que todavía recuerdan el día en que el Presidente Kennedy fue asesinado.
Aun así, si aceptamos la duración arbitraria de los 30 años, tendremos dudas de cuáles deberían ser las fechas apropiadas de comienzo. Cada tanto, el mundo nos ofrece algunas coincidencias convenientes que sirven como líneas memorables de marcación. Por ejemplo, consideremos el fin de la última guerra mundial y el aumento de la población que surgió debido al “proceso de reunificación”, de ahí surgen los “baby boomers”.
A partir de esta generación, las líneas divisorias se han vuelto cada vez menos claras y difusas de definir. Vivimos en una era de cambios sociales de alta velocidad debido a los medios masivos globales y a la red informática. Antes, era más fácil definir una generación social y clasificar generaciones múltiples, juntas en “edad” o “eras”. Ahora, desde una perspectiva social, treinta años no es una vida, sino dos o tres.
De todas maneras, el mundo ahora aprovecha el poco frecuente pero memorable año que terminó en tres ceros, pues es más que suficiente para declarar una nueva generación. Los hechos y números que menciono derivan de la definición de Millennials que son los que nacieron entre el 1 enero del 1980 hasta 31 de diciembre del 2000. Este espacio acorta una década a la definición histórica de una generación, pero aceptemos esta modificación y examinemos los datos.
Si consideramos los números, existen más de 85 millones de millennials en los Estados Unidos y más de 2,9 mil millones en el mundo. Ellos serán más del 50% de la mano de obra en el año 2020 y más del 75% en el 2030. Además, forman la generación étnica y racial más diversa del mundo hasta ahora.
Los Millennials son menos nacionalistas y más globalizados en sus perspectivas y actitudes, esto gracias a los medios masivos globales y cuentan con más poder de gasto que cualquier otro grupo demográfico. Aceptan el estilo de vida online, la conectividad social y la lealtad a las marcas. De esta manera, para conquistarlos con un producto o servicio, se los debe cortejar y ganar a toda la tribu social y una vez que lo aceptan se mantienen leales. Y no sólo aumentan la demanda de tecnología avanzada, sino que también están cambiando el estilo de interacción, por lo tanto los modelos de negocio detrás de estas interacciones también.
¿Se acuerdan cuando el algodón era el material de nuestras vidas? Ahora es Internet. Los Millennials prefieren búsquedas auto dirigidas, acceso en todo momento y terminaciones rápidas. Es decir, todas las características de comportamiento compulsivo junto con corta atención.
Nos guste o no, los Millennials cuentan con la influencia para cambiar la forma en que se comporta el mundo y cómo se harán los negocios. Si estas son las buenas noticias, no son todo buenas para la generación que viene. Los Millennials son los primeros de un desfile generacional que trabajarán bajo nuevos paradigmas, más allá de los que ellos mismos impongan.
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