Por: Esteban Velásquez N. Diputado por la región de Antofagasta
El centralismo ,se define como una doctrina política que cree en la concentración del poder en un órgano central del Estado, una autoridad suprema que rige sobre todo el territorio y que dicta las normas para el reparto de la riqueza, la aprobación de las leyes y todo lo referente al territorio de la nación.
El federalismo, en cambio, se define como la doctrina política que prefiere distribuir el poder, en primera instancia, en una asociación de estados o provincias dotadas de relativa autonomía en materia política, económica y legal, que delegan parte de sus competencias en el Estado y mantienen mucha de su soberanía.
Desde el Pachakuti, desde el alma Regionalista, es momento de pensar, discutir, qué queremos, que es lo más justo, que es lo más digno. Claramente si recorremos nuestra historia nos damos cuenta que ha sido enorme la discriminación e indiferencia del Estado de Chile con el otrora Norte Grande y este Inmenso Norte Andino.
Pareciera que a los gobiernos de turno, una vez que llegan a La Moneda recuerdan que estos territorios pertenecieron a Perú, como es el caso de las regiones de Arica y Parinacota y la región de Tarapacá y a Bolivia, la región de Antofagasta, entonces miran con distancia y desprecio.
No hay explicación el grado de abandono, de no haber instalado una política pública trascendental para este Territorio, casi invisibilizado, si no es por las suculentas ganancias de nuestras riquezas mineras, no existimos. El “Fondenor”, Fondo de Desarrollo del Norte, que algún Gobierno prometió quedó en el olvido.
Acaso tienen que repetirse los dramas del pasado o la máxima que “nada es gratis” y por lo tanto el levantamiento del Norte tendrá que ser una realidad. Ayer fueron las epopeyas del Pampino Salitrero o las marchas de los Mineros del Cobre, hoy será la ciudadanía que al unísono se levantará, entendiendo que es el único camino para reventar esa enfermedad de superioridad endogámica, cuyo contagio se vuelve plaga entre La Moneda, Los Ministerios y los Empresarios.
Es el tiempo del Pachakuti, una nueva dimensión, otra mirada… Hoy la Dignidad tiene un nombre, hoy la Historia tiene un grito. Hoy ciudadanos bajo un sol abrasador tiene un clamor: “Un Solo Norte”.
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