Por: Humberto Parraguirre. Director corporativo clientes In Motion
El Business Intelligence, BI, es un asunto de larga data que ha pasado por distintos nombres y usuarios que lo generan y lo consumen. El gran cambio es lo que algunos han bautizado como la democratización de la información. Efectivamente, hoy BI no está limitado a las grandes corporaciones con contundentes presupuestos de inversión. Tampoco se requiere de poderosos computadores físicos.
La adopción de herramientas y modelos disponibles han puesto al BI, por lo menos en las primeras interacciones, como un commodity. No hay una diferencia relevante en la adopción por sectores o tamaño de empresa. La gran ventaja es la existencia de paquetes pre armados para empresas de cualquier tamaño, en particular las pequeñas. De igual forma, los valorados y escasos científicos de datos siguen siendo necesarios, pero ahora sólo para análisis más avanzados. Chile no es una excepción de esta tendencia.
Y es que el gran beneficio de usar BI está en conocer, por una parte, a los clientes y, por otra, a los procesos internos. Esto permite a las empresas mejorar y orientar su oferta, así como también controlar y reducir los costos. Una empresa que no tenga esa visibilidad está navegando entre la bruma en un mar de competidores, es decir, a ciegas. Y, aquí, la importancia está en la mirada global. El mercado es tan competitivo que las empresas no pueden, al menos al 100%, basarse únicamente en la historia para tomar decisiones.
En ese contexto, la principal tendencia en BI, que se seguirá profundizando este 2019, es todo lo relativo al análisis predictivo. Las empresas no pueden ser guiadas solo mirando por el espejo retrovisor. Deben analizar para dónde va cada mercado específico y adelantarse. Además, las estrategias deben ser reevaluadas con información fidedigna, continuamente.
Para ello BI ofrece, entre otras soluciones, Data Discovery, es decir, el estudio de las correlaciones de los distintos datos que una empresa o industria colecta para luego sacar conclusiones; también Data Visualization, un concepto que reúne a las distintas herramientas para visualizar la data de una manera que permite a los ejecutivos tomar decisiones; finalmente, self-service BI, que es la capacidad que debieran poder tener los usuarios de negocios de auto generar la información y no, únicamente, obtenerla de reportes pre establecidos.
Con todo, el desafío del BI hoy sigue siendo el mismo: las empresas tienen, para seguir siendo competitivas, que invertir en la información y la calidad de ésta, para poder tomar correctas decisiones. ¿Por qué es importante la calidad? Porque si no se corre el riesgo de tener excelentes sistemas de BI, pero el resultado es GIGO (garbage in, garbage out). Es decir, la información que nos entrega puede llevarnos a tomar decisiones completamente equivocadas.
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