Por: Luiz Henrique Zimmermann Felchner. Gerente de Aplicaciones de Furukawa Electric Latam
El auge de tendencias como el Cloud Computing, en todas sus variadas modalidades, han convertido a los servicios externos, parciales o totales, en una tendencia irreversible, que ha contribuido a brindar acceso a tecnologías más avanzadas o a una mayor capacidad de cómputo a muchas organizaciones que antes no contaban con esa posibilidad.
Debido a lo anterior, la nube es hoy la tecnología más importante al interior de los Data Center. Por un lado, permite a los proveedores brindar servicios remotos y seguros, ampliando el espectro geográfico de clientes. Y, por otro, permite a las organizaciones dotar de mayor agilidad a sus centros de datos, acortando los ciclos de obsolescencia de su infraestructura de TI y de puesta en operación de nuevas soluciones y herramientas.
En este escenario, la conectividad es un elemento central, convirtiendo cada día más a la capa física en un factor determinante, en todas las escalas. Esto se debe a que, además de la nube, ha ido creciendo la demanda por video, mientras que la Automatización, la Robótica y la Inteligencia Artificial se consolidan como parte indispensable de los negocios actuales.
Ni hablar del vertiginoso avance de la Internet de las Cosas (IoT), que facilita el advenimiento de un mundo completamente digitalizado, interconectado e inteligente. Por ello, no es extraño que las soluciones ópticas se perfilen como el sistema nervioso que configura y materializa las promesas de estas nuevas soluciones, debido a sus capacidades en velocidad, durabilidad y costos.
En el caso de los centros de datos, la Fibra Óptica Multimodo (OM5) con el uso de SWDM, ofrece no sólo la mejor relación costo-beneficio sino que también la mejor opción desde el punto de vista de la administración. Se trata de una tecnología en plena evolución en sus capacidades y apta para enfrentar el crecimiento de la demanda actual y futura.
Por otro lado, en las redes Ethernet la Fibra comienza a llegar hasta el escritorio, mientras también se perfila como la opción ideal en fábricas y ambientes industriales para la “nueva ola” de automatización. Pero en este lado la Fibra es utilizada con la tecnología PON-LAN (Red óptica pasiva para red local), conocida también como Laserway.
La Fibra Óptica es hoy un elemento estratégico, no sólo para las empresas, sino también para el desarrollo económico y social de los países, debido a que la mayor o menor presencia de los cables submarinos interoceánicos y de la Fibra a nivel territorial, puede marcar la diferencia entre las naciones que tratan de subirse al carro de la digitalización.
De hecho, si miramos lo que acontece en Chile, podemos ver que las autoridades gubernamentales vienen desarrollando desde hace años iniciativas público-privadas tendientes a implementar nuevos cables submarinos internacionales o extender, vía terrestre u oceánica, los enlaces de Fibra Óptica.
En tal sentido, como sabemos, en Chile ya se encuentra en pleno desarrollo el proyecto de la Fibra Óptica Austral (FOA), que busca dotar al sector más austral del país de mejor nivel de conectividad extendiendo un cable submarino de 2.600 kilómetros, entre Puerto Montt y Punta Arenas.
Por otro lado, recientemente se ha anunciado el proyecto FON o Fibra Óptica Nacional, que buscará brindar un acceso fijo de mayor calidad y velocidad a lo largo de todo Chile, a través de un troncal terrestre que podría beneficiar a 9 millones de usuarios, según ha anunciado la Subsecretaría de Telecomunicaciones (Subtel).
A nivel de conectividad internacional, Chile tiene un ambicioso proyecto de Fibra Óptica submarina para unir al país con Asia a través del Océano Pacífico. Se trata de una iniciativa público-privada que podría representar una inversión de más de 600 millones de dólares y que busca dejar al país en una posición de liderazgo a nivel regional en conectividad directa con el emergente mercado asiático.
Algo similar acontecerá con el proyecto de Google de unir a Chile con Estados Unidos a través de un cable submarino de Fibra Óptica de más de seis mil kilómetros.
La importancia de estas iniciativas es que, de concretarse, incentivarán nuevas inversiones en Data Centers de compañías globales de servicios, fortaleciendo el estatus de “hub” que tiene Chile para la instalación de estos edificios tecnológicos, tal como ya lo han hecho destacados proveedores de servicios.
Como vemos, no es casualidad la demanda que tiene la Fibra Óptica en todos los niveles de las redes y, en especial, en todo lo relacionado con los centros de datos. La era de la digitalización y la Industria 4.0 exige una carretera de alta velocidad que ponga a las organizaciones públicas y privadas en máxima aceleración para el desarrollo y la competitividad.
Por eso, la Fibra se expande buscando llegar y conectar a la mayoría de los rincones del planeta.
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