Escenario se dio por aumento de demanda e incremento en valor del suelo. Metrópolis La Serena – Coquimbo presenta carencia de más de 24 mil unidades
Cada dos años, la Gerencia de Estudios de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) da a conocer los resultados del Balance de la Vivienda y el Entorno Urbano, el que estima el nivel y la evolución de los requerimientos habitacionales y aspectos críticos donde se desenvuelven las familias. Para esta versión 2019 -donde se tomaron antecedentes del año 2017- se precisó que 740 mil grupos necesitan una solución habitacional en el país.
A nivel local, la muestra no generó buenas noticias, ya que determinó que el déficit de vivienda aumentó 15%, pasando de las 32.048 unidades de la entrega anterior (2017 con datos de 2015) a las 36.648 actuales. Al desglosar las cifras se patenta que hace dos años había 13.699 familias allegadas, mientras que ahora hay 21.755; mientras que las viviendas deterioradas bajaron de 18.349 a 14.893. Cabe señalar que la comparación se hizo tomando en cuenta los diez deciles, por lo que no sólo se circunscribe a familias vulnerables, sino que también a emergentes.
Al respecto, el presidente nacional de la CChC, Patricio Donoso, resaltó que “Hoy hay muchas personas e instituciones que, como nosotros, están preocupadas por las crecientes dificultades que están teniendo las familias para acceder a una casa propia. Este es un problema social que no se va a resolver si no tomamos medidas de fondo y actuamos con unidad. De ahí que ofrecemos todo nuestro apoyo para ayudar a que como país afrontemos con éxito este gran desafío”,
En tanto, para el presidente regional del gremio, Sergio Quilodrán, este fenómeno pone en compás de alerta, pues son miles las familias que se encuentran en condiciones precarias. “Estamos hablando que el 15% de las familias de Coquimbo y el 14% de La Serena no están viviendo en condiciones óptimas. Acá no se trata de construir más o menos, sino que de entregar dignidad y calidad de vida a las personas. Para ello estamos dispuestos a contribuir con la focalización de las políticas habitacionales y en el diseño de políticas públicas”, precisó Quilodrán.
Y sus palabras apuntan a las razones de por qué se produjo un aumento de esta brecha, ya que a juicio de Javier Hurtado, gerente de Estudios de la CChC, son dos las tendencias: Incremento de la demanda habitacional y alza en los valores del suelo.
“Es cada vez mayor el interés de las familias por vivir en zonas céntricas, con buenos accesos y buen nivel de servicios y equipamiento. Pero, por otra, en estas mismas zonas, por restricciones que generan las propias autoridades, el precio del suelo donde construir las viviendas que podrían satisfacer esa demanda se ha multiplicado en los últimos años, con lo cual el precio de la vivienda en esos lugares también se ha elevado, muy por sobre el aumento de las remuneraciones en el mismo período”.
Hurtado agregó que, ante la imposibilidad de obtener una vivienda propia en las zonas de su preferencia, el resultado es un creciente número de familias que opta por vivir de allegadas en comunas que, por lo mismo, hoy registran los mayores niveles de déficit habitacional.
Panorama Regional y Propuestas
De acuerdo con los antecedentes proporcionados por el gremio, de las 15 comunas del territorio regional, es Coquimbo la que lidera en cuanto a déficit habitacional con 13.331 unidades, le sigue La Serena con 10.797 y Ovalle con 3.525. En la medianía de la tabla se ubica Illapel con 1.862, Salamanca con 1.351, Monte Patria con 1.135 y Vicuña con 1.033. En el rango inferior está Andacollo con 727, Los Vilos con 720, Combarbalá con 615, Canela con 500, Punitaqui con 400, Río Hurtado con 303, Paihuano con 239 y cierra La Higuera con 147.
Para subsanar esta carencia, el gremio explicitó una serie de iniciativas entre las que se cuentan las siguientes:
- Planificación integrada y a largo plazo para anticipar las dinámicas del desarrollo urbano y satisfacer las necesidades de suelo para una adecuada oferta habitacional.
- Desarrollo de procesos integrales de densificación, especialmente en torno a infraestructura pública de alto estándar.
- Impulso de una potente política de arriendos sociales, que involucre la participación del sector público y privado.
- Mejoramiento de las condiciones de los barrios del país, considerando que actualmente tres millones de personas viven en barrios críticos.
- Garantizar la certeza jurídica que otorgan anteproyectos y permisos de construcción, de manera de no generar barreras injustificadas para la oferta de nuevas viviendas.