Por: Roberto Aguirre Ch. Presidente CChC Arica
Nuestra región se encuentra en una situación compleja. De acuerdo con los resultados del último balance de la vivienda elaborado por el área de estudios de la Cámara Chilena de la Construcción hemos detectado que existe un déficit habitacional en Arica y Parinacota que alcanza las 9.273 viviendas, que si lo analizamos en relación a su propia población llega a un 15%, la tercera más alta a nivel nacional, detrás de Tarapacá y Atacama (18% cada una).
La cifra considera no solamente a quienes necesitan una solución habitacional (familias allegadas), sino que además a las viviendas que deben ser reemplazadas (inhabitables por su alto nivel de deterioro). En el primer caso, el déficit habitacional asciende a 5.186 viviendas, mientras que en el segundo llega a 4.087.
Para abordar este tema e intentar avanzar vías de solución, como CChC creemos que es fundamental realizar una planificación integrada y a largo plazo para anticipar las dinámicas del desarrollo urbano para satisfacer las necesidades de suelo con una visión de ciudad; desarrollo de procesos integrales de densificación (en torno a infraestructura pública de alto estándar); mejoramiento de las condiciones de los barrios; y garantizar la certeza jurídica para los proyectos de construcción privados y públicos (viviendas sociales).
En lo netamente social hoy en Arica y Chile las viviendas se están convirtiendo en un bien cada vez más escaso, pero no solamente para los sectores vulnerables, sino también para los segmentos emergentes y medios, cuyas rentas ya no les alcanzan para obtener un crédito hipotecario; familias que además no pueden vivir en zonas consolidadas (cerca de servicios y áreas atractivas) y que únicamente pueden instalarse en las afueras de la urbe, lejos de todo.
Pensamos que este es un primer paso para abordar esta compleja problemática, que constituye una de las principales preocupaciones de las familias chilenas, porque construir Arica y Parinacota es obra de todos.
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