Por: Diego González. Gerente general de Defontana
Aunque muchos no lo crean, aún existen empresas que utilizan Excel para un sinfín de tareas, como cálculos, presupuestos, pedidos, informes, gestión de personas, incluso de proyectos y contabilidad. Lo siguen usando porque creen que migrar a un sistema de gestión, como un ERP 100% web, puede ser muy engorroso, complicado, caro, difícil. Pero eso no es así, ese es un mito que hay que erradicar. El cambio puede ser fácil y rápido.
Es evidente que el modelo de administración ha cambiado y las empresas inteligentes son las que perciben en ese cambio algo positivo; son las que innovan y aprovechan los beneficios de la revolución del conocimiento para gestionar sus negocios en línea, con información transparente y actualizada, desde cualquier lugar y en todo momento.
Son aquellas que entienden que no innovar conduce al fracaso, como le pasó a tantas grandes multinacionales como Blockbuster, Kodak, Nokia, Daewoo, entre muchas otras que jamás imaginamos sucumbirían por quedarse pegadas en su zona de confort y dejar de hacer lo que las hizo grandes: cambiar e innovar.
En pleno siglo XXI, las tecnologías de la información nos permiten contar con sistemas extremadamente eficaces, fáciles, flexibles y seguros. Hoy, de hecho, se puede migrar completamente la administración y gestión de una empresa, en cuestión de minutos, incluyendo facturación electrónica y todo lo que requiere una compañía para hacer su trabajo de manera mucho más eficiente, productiva y competitiva.
Sin duda, cambiar es la llave que permite, en la actualidad, mantenerse vigente, aprovechar las oportunidades y optimizar la productividad. Para ello, las tecnologías de la información entregan todas las herramientas necesarias, no hay que temerles, hay que usarlas y si no son lo suficientemente eficaces, cambiarlas. Porque lo cierto es que las empresas inteligentes son las que cambian; las que no, fracasan.
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