Por: Diego González. Gerente general de Defontana
Es preocupante la caída de siete lugares que ha tenido nuestro país en el recientemente divulgado Ranking que hace todos los años el Centro Mundial de la Competitividad de la escuela suiza de negocios IMD. Ahora estamos en el puesto 42, bien lejos del número uno que es Singapur.
Chile, durante mucho tiempo lideró la región en términos económicos, en infraestructura de telecomunicaciones y en aspectos tecnológicos. Fuimos en reiteradas ocasiones el laboratorio de Latinoamérica y un ejemplo a seguir. También exportamos soluciones de manera muy exitosa, siendo admirados fuera de nuestras fronteras. Fuimos tigres y jaguares. ¿Qué nos está pasando?
Estamos fallando. Necesitamos de manera urgente retomar el camino del éxito.
Si queremos recuperar el liderazgo, tener una economía dinámica, mejorar nuestra competitividad, desarrollo y gestión, es vital ponernos en acción ahora con decisiones, proyectos, reformas e inversiones que nos lleven por el camino de la innovación. La llave para abrir esa puerta son, por cierto, las nuevas tecnologías de gestión, la inteligencia artificial, 5G, big data, entre otras.
No obstante, las tecnologías deben ser bien aplicadas para que tengan den un buen resultado. Por sí solas no hacen magia. Por lo mismo, es muy importante tener una visión innovadora de largo plazo, transversal a los diversos ámbitos de la sociedad, donde las tecnologías, así como las ideas, las buenas prácticas y la ejecución de ellas se lleven a cabo en conjunto entre el Estado, empresa privada y universidades. Quizás así recuperemos el liderazgo.
El contenido expresado en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no representa necesariamente la visión ni línea editorial de Poder y Liderazgo.