Por: Hans Eben. Presidente de Pacto Global y Gerente General de Unilever Chile
Desde el lugar que me corresponde, en la industria debemos ser los primeros convencidos de que somos parte de la solución de generar impactos positivos. Tenemos la obligación y responsabilidad de promover la innovación y los cambios de hábitos, así como fortalecer el propósito de nuestras marcas y de nuestras compañías. ¿Cómo mi marca contribuye a una mejor sociedad y a un mejor planeta? Este es solo el primer paso para convencernos de que el crecimiento sustentable es la única forma de crecer. Yo ya estoy convencido de eso, y es desde esa certeza desde donde trato día a día de ser consistente y promover el cambio.
En este escenario, la Ley REP es una herramienta que nos está ayudando a reinventar la forma en que producimos y la medida en que nos hacemos cargo del impacto que generamos con nuestros productos. Está siendo sin duda, un impulso para hacernos repensar. Sin embargo, todavía es necesario ir más allá. Para que sea efectiva de manera integral, la ley debe incluir a todos los actores que están involucrados en el proceso, asegurando incentivos para el reciclaje y el desarrollo de materias primas que contengan mayor cantidad de material reciclado, sobre todo los plásticos. Los productores de plásticos deben ser invitados a sentarse a la mesa y formar parte activa de la discusión, con compromisos y metas claras, como las que estamos asumiendo desde la industria. Así también tiene que suceder con el retail, sector que deberá ajustar cada vez más a nuevas formas de vender los tradicionales productos.
Asimismo, es fundamental que a la voluntad y a las acciones de quienes ya estamos conscientes de esto, se sume un marco regulatorio que asegure claramente medidas claves, tanto el retiro diferenciado desde las municipalidades, como el impulso para generar cambio de hábitos en los hogares en el tiempo. Solo así lograremos alcanzar el impacto positivo de largo plazo al que seguro todos aspiramos.
Sabemos que las grandes soluciones solo se pueden alcanzar con proyectos en colaboración que generan alto impacto, tal como lo han consignado los Objetivo de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas (ODS), en particular el ODS 17 de generar alianzas para lograr los objetivos.
En este sentido, junto a otras grandes organizaciones hemos tomado el camino de promover el cambio cultural hacia los consumidores, y desde ahí existen grandes ejemplos de colaboración para alcanzar importantes resultados. Por poner un ejemplo, recientemente se lanzó a nivel global Loop, un sistema que se basa en la recolección de empaques y su reutilización mediante el reenvase de algunos productos, al que ya han adherido más de cinco empresas multinacionales. Se trata de ofrecer productos como jugo, shampoo, desodorante y detergente a domicilio en botellas de vidrio y de metal reutilizables y recuperarlos después, vacíos, para su limpieza y reutilización. El objetivo es avanzar hacia el diseño de productos y empaques con cada vez menor impacto.
Del mismo modo, promovimos en un Acuerdo de Producción Limpia Cero Residuos en el que más de 40 empresas se comprometieron voluntariamente a reducir el envío de sus residuos industriales al relleno sanitario, una acción histórica que puede llegar a tener un impacto también histórico.
Pese a todo lo anterior, nada de lo que hagamos es suficiente si no reconocemos que somos parte de la solución, compartimos experiencias para contribuir al desarrollo de soluciones comunes, visibilizamos las buenas prácticas y demostramos que se puede. Solo de esta manera lograremos incentivar a que más organizaciones se sumen y sean parte de este cambio, fortaleciendo el ecosistema de la innovación y amplificando el impacto, sin dejar de lado la generación de nuevos puestos de trabajo dado el surgimiento de una nueva economía.
Si la sustentabilidad es parte de la estrategia del negocio de las compañías, ya sabremos que ofrecer marcas más sustentables y menos contaminantes, no solo es lo que hay que hacer, sino que también es el camino para generar un mayor crecimiento rentable. Hoy, las personas están buscando alternativas que las identifiquen y es por eso que eligen marcas con propósito, lo hemos visto desde la experiencia: en Unileverlas marcas con propósito crecen 46% más rápido que el resto, produciendo en 2017 el 70% del crecimiento de la compañía a nivel global.
Me entusiasma profundamente saber que cada año existen más líderes en la industria que piensan que la sustentabilidad debe estar en el corazón de la estrategia del negocio y que no es un proyecto más de responsabilidad social. Cada vez son más los que se convencen de que, a través de la colaboración, incorporando nuevos actores y visibilizando las buenas prácticas, podemos mover la aguja, reinventar la forma de hacer negocios rentables, sustentables y, por lo tanto, generar un impacto social y ambiental cada vez más positivo.
A través de la colaboración, incorporando nuevos actores y visibilizando las buenas prácticas, podemos reinventar la forma de hacer negocios rentables, sustentables y, por lo tanto, generar un impacto social y ambiental cada vez más positivo.
El contenido expresado en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no representa necesariamente la visión ni línea editorial de Poder y Liderazgo.