Por: Daniel A. Nadborny. CEO Mercer Chile
El Gobierno, en conjunto con el Ministerio del Trabajo, ha presentado una reforma al sistema de pensiones en donde se decidió incluir una cotización adicional del 4% con cargo al empleador. Cifra que se sumaría al 10% de la renta bruta que cotizan por obligación los trabajadores dependientes.
Si bien la discusión sobre este punto se ha centrado en quién será la entidad encargada de administrar este nuevo monto, aún existen personas que no aprueban esta iniciativa. En ese sentido, me gustaría agregar que, a nivel mundial, es una tendencia que el empleador aporte a la jubilación de sus trabajadores, por lo que es un punto importante a considerar en la discusión nacional, con el objetivo de mejorar el actual escenario de pensiones.
Sin embargo, la balanza también debe estar equilibrada, es por esto que se debe incluir un tope en el aporte del empleador.
De no tomarse en cuenta esta medida, tendrá un impacto significativo en el costo laboral de las empresas y en el mercado del trabajo, porque no es lo mismo aportar el 4% del sueldo mínimo a el 4% de la renta de un ejecutivo de primera línea.
Esta iniciativa merece todos los aplausos, pero no hay que descuidar los efectos que tendría esta medida en las organizaciones.
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