Por: Hugo Silva. Investigador Instituto Sistemas Complejos de Ingeniería, ISCI. Académico Pontificia Universidad Católica de Chile
Este año se invirtieron $550 millones en la asesoría comunicacional que busca cambiar la imagen del transporte público. RED, el nuevo nombre del sistema de buses capitalino, al igual que el Transantiago, se basa en el uso de distintos modos de transporte y su integración tarifaria: ¿Qué sería de nosotros sin la incorporación de Metro al sistema BIP?, o más aún, ¿Qué sería de nosotros sin los buses?
Si bien los viajes en buses han disminuido, en el año 2018 la mayoría de las validaciones del sistema fueron a través de este medio, es decir, gran parte de los ciudadanos se moviliza diariamente en bus. Pero, ¿Cómo mejorar el sistema de transporte público y cautivar a los usuarios de modos más ineficientes como el automóvil para construir una mejor ciudad?
En una reciente investigación conjunta con Leonardo Basso y Fernando Feres de la Universidad de Chile, constatamos el enorme potencial de los corredores de buses para mejorar el sistema y el bienestar de las personas. Encontramos que, si se implementa de buena manera, construir corredores en calles donde circulan autos y buses juntos podría disminuir los costos de viaje y los de operación. Esto porque se reducen los tiempos de viaje y duración del período punta, y al reducir los tiempos significativamente, se puede aumentar la frecuencia sin aumentar el gasto. Además, encontramos que este resultado es cierto a pesar de que las colas en paraderos puedan aumentar al implementar el corredor, como ha sucedido en otros países.
Hace unas semanas el Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones fue claro en su declaración en Twitter. La preocupación del @MTTChile por mejorar el transporte público es permanente y se manifiesta en múltiples acciones que benefician directamente a los usuarios, pero la construcción de corredores estaría siendo descartada por ser muy lenta y cara.
Esta declaración pareciera ignorar dos cosas muy relevantes: primero, como mostramos en nuestro estudio, la calidad del servicio de buses mejora significativamente con los corredores y esto genera beneficios tanto para las personas como para los operadores. Segundo, que construir vías expeditas para el transporte público a tiempo y con inversiones apropiadas, sin gastos excesivos, es responsabilidad del Gobierno.
Hacer un esfuerzo en la construcción de corredores mejoraría no sólo el tránsito de la ciudad, sino que todas las actividades que se sustentan gracias al transporte.
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