Por: Alejandra Fuenzalida. Directora Ejecutiva de United Way Chile
Estamos viviendo en un mundo donde los movimientos migratorios avanzan a un ritmo nunca antes imaginado. Al igual que muchos países del mundo, Chile se ha enfrentado a un aumento constante de su población extranjera. Frente a esta situación los niños, niñas y adolescentes (NNA) no son una excepción, ya que en los últimos 15 años la población infantil migrante ha crecido un 122%, según datos censales del INE.
La educación de los NNA migrantes se ha convertido en un tema relevante para todos, pero ¿el sistema educacional chileno está preparado para estos cambios? Frente a esta interrogante la respuesta es No, y hay mucho por hacer. Resulta necesario contar con lineamientos más claros desde la institucionalidad pública, los que fomenten la incorporación en los Planes Educativos Institucionales, estrategias que promuevan la integración de los NNA migrantes en su amplio espectro, respetando la cultura de procedencia, enfocándose en el valor en las diversas actividades que se generan a nivel escolar.
Durante este mes, las celebraciones de Fiestas Patrias se tomaron la agenda de los establecimientos educacionales, y en este sentido la población migrante se intenta sumar a dicha celebración, la cual va desde identificar los trajes y platos típicos de nuestro país, los diferentes bailes y tradiciones. Pero ¿somos capaces de ver el impacto que genera en la identidad del migrante?.
Debemos avanzar en generar espacios de celebración en donde la conmemoración de la Independencia no sólo sea de Chile; hay muchas semejanzas entre lo nuestro con otros países y lo interesante es poder conocer cómo y por qué se realice una celebración determinada. Los bailes, juegos, música y comidas tienen raíces comunes, con lo que se podría facilitar la integración de las otras nacionalidades. Lo planteado no es algo nuevo, varios establecimientos educacionales lo han integrado en sus actividades de Fiestas Patrias, generando exposiciones de los distintos países y su proceso a la independencia y/o democratización, por medio de stands gastronómicos, de bailes y/o trajes típicos, que les permitan mostrar su cultura.
Se debe trabajar en espacios educacionales inclusivos, donde se presenten instancias que vinculen la identidad de origen de los estudiantes con la cultura chilena, disminuyendo con ello el estrés por el choque de tradiciones, lo que se produce un enriquecimiento cultural bajo la importancia de una fecha que conmemora también la integración de un pueblo, validando sus creencias e historia.
Este es el mensaje que debemos entregar a nuestros NNA, e idealmente desde su primera infancia, siendo acá un factor determinante los centros de educación parvularia, los cuales deben fomentar dicho proceso, generando una mirada más inclusiva por parte de los niños y niñas y por ende en el futuro personas respetuosas de la diversidad.
Desde United Way Chile creemos que es urgente y necesario trabajar en una educación más inclusiva. Dar un espacio a la diversidad en las salas de clases va a permitir que vivamos en una sociedad más tolerante, intercultural y empática, esto no será una tarea fácil, pero es deber de todos aportar y lograr un Chile más inclusivo, justo y equilibrado, que no haga diferencia entre los niños y niñas chilenos o migrantes.
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