Por: Jorge Pizarro S. Senador de la República por la región de Coquimbo
Esta semana hubo un nuevo avance en los cambios necesarios a la Ley Orgánica Constitucional de Municipalidades, respecto de las inhabilidades de los consejeros regionales para ser candidatos a alcalde y concejal.
A la luz de cómo ha sido la discusión en el parlamento, es necesario tener un buen debate al respecto. A mi juicio habría que partir desde la base y razonar en el sentido siguiente: ¿Por qué se plantea la inhabilidad de algunas autoridades para postular a un cargo de representación popular?.
La lógica con que ha operado nuestro sistema electoral para efectos de las inhabilidades, se basa en establecer un tiempo razonable para que las autoridades que quieran postular a un cargo -que signifique una responsabilidad en cuanto al uso o la asignación de recursos- renuncien un año antes, conforme a que este es un tiempo razonable para generar cierta distancia de ambas funciones.
Esa es la razón por la cual los consejeros regionales tenían restricción de decisión proyecto a proyecto. Ese fue un debate que los propios Consejeros Regionales plantearon con mucha claridad, señalando que significaba restarles la capacidad de gestión al ya no poder priorizar aquellos recursos prioritarios para un de desarrollo regional a mediano y largo plazo.
Ahora bien, eso es el equivalente -por decirlo de alguna manera- a la situación del propio Congreso: los legisladores pueden postularse a un cargo distinto como Presidente de la República, sin necesidad de renunciar un año antes. ¿Por qué no puede hacer lo mismo un Core? Creo que ese es el principio rector de esta moción.
Que hay otras inhabilidades, Sí. ¿Qué se debe ir mejorando y puliendo el texto que fue aprobado en general? Pues, también. Ello en lo relativo a las inhabilidades que tiene nuestro sistema electoral.
Por tal razón, debemos seguir avanzando sin dilatar esta tramitación porque para ser francos, también hay un tema electoral detrás, ya que las decisiones que aquí se toman tienen que ver con los cálculos legítimos que hacen algunos en función de los resultados electorales del próximo año. Ese no es un misterio, y nadie puede molestarse por plantearlo de esa forma. Pero lo más urgente es terminar con una condición para los Core que parece arbitraria siendo evidente la necesidad de avanzar con celeridad en este proyecto y contar con el acuerdo político necesario para permitir que la iniciativa se convierta en ley antes de octubre y no privar a los Core de la opción de participar en las próximas municipales.
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