Por: Hugo Rodríguez N. Director de Política Pública para SP LatAm
Hoy, al menos para un sector privilegiado de la población con acceso a Internet, existe como nunca antes un flujo masivo de información en tiempo real y un número cada vez mayor de distribuidores y generadores de esta información. Twitter, sin duda ha contribuido a que esto sea así, al darle una voz a millones de personas.
Dicha horizontalización de la información plantea, sin duda, un sinfín de oportunidades para el diálogo democrático que requiere toda sociedad moderna, pero implica también entender la relevancia de acelerar nuestros procesos cognitivos a una nueva era. Como bien subrayan las leyes de la alfabetización mediática e informacional, incluidas en el anuario 2016 de la UNESCO sobre alfabetización mediática e informacional para los objetivos de desarrollo sostenible, cada ciudadano es un creador de información o conocimiento y tiene un mensaje. Todas las personas deben estar facultadas para acceder a nueva información y expresarse.
Es precisamente sobre este punto, como facultar a que millones de personas puedan empoderarse y ser consumidores y proveedores de información en línea, que Twitter y la Organización de los Estados Americanos (OEA) hemos publicado una guía para recomendar mejores prácticas en el uso de las redes sociales y plataformas digitales.
Tomando como referencia las 10 habilidades que la UNESCO ha identificado como necesarias para lograr la alfabetización digital, la guía ofrece a los ciudadanos herramientas para mejorar el monitoreo, consumo y distribución de información, así como consejos para mantener la seguridad en Twitter.
Si bien nos es imposible resumir el contenido total del recurso en este espacio, es importante subrayar dos habilidades que requieren de un entendimiento pleno sobre el funcionamiento de plataformas como Twitter y cómo consumimos información. En especial en lo relativo a la habilidad de A) Evaluar de forma crítica la información y el contenido presentado en los medios y otras fuentes de información, incluyendo medios en línea, en términos de autoridad, credibilidad, propósito y posibles riesgo; y B) Comprender el papel y las funciones de los medios, incluyendo medios en línea, en la sociedad y su desarrollo.
En este tenor, la Guía elaborada de manera conjunta con la OEA viene a complementar los esfuerzos que el equipo de Políticas Públicas de América Latina de Twitter ha desempeñado en los últimos tiempos para promover un mejor entendimiento del que las personas hacemos en Twitter.
En infinidad de talleres provistos a organizaciones de la sociedad civil, partidos políticos, autoridades, medios y otros interesados, desde Twitter hemos recalcado la importancia de mirar más allá de las tendencias y centrarse en lo sustantivo de la conversación. Dicho de mejor forma, les hemos reiterado a estos actores que, ser tendencia no puede ser su único objetivo en materia de comunicación en Twitter. Ser tendencia tiene que ser un medio para alcanzar un objetivo de comunicación mayor. No entender esto es no entender la plataforma; es utilizarla como un altavoz, en vez de un puente de comunicación con una audiencia receptiva.
La otra cara de esta moneda somos las audiencias, y por ello en la guía invitamos a los personas a cuestionar el contenido que ven día con día. Cuando leemos una información, es importante tener en cuenta nuestros prejuicios y estar atento a nuestras reacciones. A menudo, cuando esto ocurre, nos hacemos ciertas preguntas que nos ayudan a desmentir dicha información.
El problema está en que generalmente omitimos este escrutinio cuando lo que leemos confirma nuestras ideas y prejuicios. Es por esto que debemos adquirir la costumbre de siempre preguntarnos quién, qué, dónde, cuándo, cómo y el por qué de una noticia o información.
Desarrollar esta rutina y convertirla en una habilidad es esencial para nuestra era moderna, porque sin importar la calidad de la fuente de información, si no estamos dispuestos a analizar nuestros propios prejuicios, entonces no estaremos conversando realmente en un espacio online. Usando una analogía, no hacer caso a estos criterios, sería el equivalente de, en un proceso electoral, consumir únicamente información de mi candidato o partido e ignorar el debate legítimo que puede generarse sobre sus posturas.
Twitter es información pero sobretodo es debate. Un debate abierto, público y plural sin duda es algo que nutre nuestras sociedades y algo que, mediante muchas acciones como esta Guía, esperamos seguir fomentado en Twitter.
El contenido expresado en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no representa necesariamente la visión ni línea editorial de Poder y Liderazgo.