Personalidades de distintos orígenes -político, social y cultural- se dieron cita para elaborar un petitorio de corto y mediano plazo para enfrentar la aguda crisis que vive Chile hoy. Como medida central exigen una nueva carta magna, al mismo tiempo en que hacen suyas las demandas de No+AFP y de una rebaja en la dieta parlamentaria
Distintos dirigentes políticos, sociales, y miembros del mundo de la cultura se congregaron durante la tarde de este lunes en torno a un objetivo: convocar a un nuevo pacto social mediante una nueva Constitución. Esto, a través de una Asamblea Constituyente.
En la cita se reunieron figuras como el académico y presidente de la Fundación La Casa Común, Fernando Atria, la presidenta de la CUT, Bárbara Figueroa, el presidente del Colegio de Profesores, Mario Aguilar, el presidente de la ANEF, Marcelo Soto, representantes de la Coordinadora No+AFP, de la Cumbre de los Puebos, la ex ministra de Cultura Paulina Urrutia, el escritor Jorge Baradit, las actrices Patricia Rivadeneira, Paulina García, Amparo Noguera y Tamara Acosta, los actores Alfredo Castro, Marcelo Alonso, Daniel Alcaíno y Alejandro Goic, entre decenas de figuras más de las distintas áreas.
El diagnóstico del grupo fue claro: Las AFP, las ISAPREs, las sanitarias, la luz, el transporte y los salarios son una muestra de que en Chile no existe un pacto social. “No puede ser que unos solo ganen y los otros solo pierdan. Por eso, el abuso es la negación misma de un pacto social”, declararon, apuntando directamente a los políticos como “culpables de haber sido un instrumento para la instauración de un modelo fundado en el abuso”.
El abogado Fernando Atria, presidente de la Fundación “La Casa Común”, fue enfático al señalar que ningún pacto será legítimo y efectivo para sanar esta fractura social si no pasa por crear una nueva Constitución, y para ello será necesario empujar un diálogo que incluya a las más diversas organizaciones de la sociedad civil, “las únicas con la legitimidad necesaria para semejante empresa”, según consignó. “El enemigo común es el abuso. La forma de organización de la vida es una que está al servicio de los que tienen el poder económico y en perjuicio de las personas comunes y corrientes”.
Otra de las inquietudes que surgió fue la de elaborar una agenda a corto plazo. Sara Larraín, ex candidata presidencial ecologista, señaló que “de aquí a fines de noviembre debemos tener una agenda corta de reforma a las pensiones, salario mínimo, tarifas de luz, que permita aliviar el tema de inequidad que sufren las familias. Eso no va a generar la paz social, pero necesitamos esa agenda corta. Hay varios temas en que hay coincidencia total, y creo que tenemos que hacer un grupo que presione constantemente a los políticos y les cobre esa agenda”.
Otra que también estuvo presente fue la Presidenta de la Asociación de Detenidos Desaparecidos, Lorena Pizarro, quien hizo un llamado a la unidad para fortalecer orgánicamente la movilización, resaltando que “hoy estamos enfrentando un estallido social que a todos y a todas nos sorprendió, no obstante sabíamos que iba a pasar, y está hasta este momento sin conducción, y hay que ser honestos: es porque no hemos sido capaces de unirnos. Saludo esta instancia y espero que tengamos la madurez política de entender que estamos viviendo la posibilidad de una nueva tragedia para el país. O nos unimos y lo conducimos o llega la derecha y lo capitaliza”.
En resumen, las propuestas que emergieron del grupo fueron las siguientes: En primer lugar, una inmediata y considerable reducción de las dietas parlamentarias y los sueldos de dirigentes de partidos políticos. Que se vote y apruebe a la brevedad el proyecto de ley de 40 horas, que se apruebe un reajuste de la pensión solidaria para alcanzar el salario mínimo y una reforma de pensiones sin AFP obligatoria.
“Rechazar la reintegración tributaria que solo beneficia a los más ricos de este país y resta recursos para políticas de justicia e igualdad social” y fortalecimiento de la salud pública, terminando con la carencia de insumos como exigen los gremios de la salud, además de limitación a utilidades de las isapres. Finalmente, recuperación del agua.
Desde la agrupación aseguraron que “esto no es suficiente”, por lo que exigen de forma inmediata el fin del Estado de Emergencia y la restricción a las libertades.