Por: Jorge Tabilo A. Rector Universidad Católica del Norte
Hemos visto con mucha preocupación y dolor los hechos violentos que han ocurrido a lo largo de todo el país. No podemos quedar indiferentes frente a lo sucedido, pues desde nuestros valores institucionales (Verdad, Justicia y Libertad) nada justifica la violencia, como tampoco la inequidad social que sectores importantes de la población reclaman.
Como institución católica que basa su quehacer en los principios del Humanismo Cristiano y que se caracteriza por su Vocación Social, la Universidad Católica del Norte manifiesta su profundo dolor ante los diversos hechos de violencia que han afectado a nuestra sociedad durante los últimos días.
Al mismo tiempo, comprendemos plenamente el derecho que tiene la ciudadanía para hacer notar diversas problemáticas que afectan a nuestro país, como la inequidad social; las bajas pensiones que afectan a la población mayor; la calidad, costo y acceso a la salud, vivienda y salarios dignos; entre muchas otras situaciones; todo lo cual obliga a avanzar hacia un sistema social más justo, que permita al país crecer con mayor equidad y con un desarrollo económico sostenible, teniendo especial preocupación por las personas y el medio ambiente.
Para ello, resulta fundamental una postura empática, desinteresada, generosa e inclusiva por parte de todas las autoridades y parlamentarios, a fin de lograr un consenso transversal en torno a soluciones factibles de implementar en un plazo razonable.
En este desafío país, y con el objetivo de contribuir a la creación de diálogos fructíferos entre los diferentes actores, la Universidad Católica del Norte estará siempre disponible con sus espacios y las capacidades intelectuales de sus académicos y unidades operativas y de investigación, resguardando siempre la integridad y seguridad de su comunidad.
La Universidad es un espacio privilegiado para pensar la sociedad más justa a la que todos y todas aspiramos, contribuyendo desde nuestro quehacer al fortalecimiento y al cuidado de la paz social.
Resulta muy necesario que Chile continúe con el desarrollo alcanzado durante los últimos años, pero ahora con énfasis en una equidad social que haga que nuestro país resalte en la región latinoamericana no solo en lo macroeconómico, sino también por la reducción de la desigualdad que afecta a la población.
La situación actual es grave, con mucha incertidumbre, pero representa una oportunidad de diálogo social para construir puentes que permitan adoptar medidas para corregir las inequidades que ensombrecen el alma de nuestro país, mejorando la calidad de vida de la comunidad, especialmente de los sectores medios y de los más vulnerables.
Que sea este el camino que se nos abre como sociedad.
El contenido expresado en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no representa necesariamente la visión ni línea editorial de Poder y Liderazgo.