Por: Daniel Ulloa I. Especialista en puertos y logística de la consultora Qproject. Ex Director Nacional Obras Portuarias del MOP
Con una inversión de US$ 4.533 millones, el Plan Maestro Logístico para la Macrozona Norte pretende aumentar la eficiencia y competitividad de los sistemas logísticos de las regiones de Arica y Parinacota, Tarapacá, Antofagasta y Atacama. Es un programa ambicioso, con una mirada a 20 años, que considera 53 iniciativas que involucran a más de 60 organizaciones públicas y privadas.
Las acciones contempladas para Atacama son interesantes de analizar, sobresaliendo el énfasis en el mejoramiento de rutas como la C-13 y los accesos de los pasos San Francisco, Pircas Negras y la C-46, entre Vallenar y Huasco. En esa línea, llama la atención el punto que plantea la evaluación para ampliar la capacidad portuaria de uso público, a través de un nuevo terminal marítimo para la zona.
Convengamos algo: efectivamente se necesita una mayor interacción ciudad-puerto, ya que, al no existir un puerto estatal, las mejoras entre usos portuarios y costeros con el desarrollo de los centros urbanos no garantizan una integración adecuada ni coordinación entre los diferentes actores. Sin embargo, Atacama ya cuenta con una plataforma portuaria abrigada, de buenos accesos y con calado suficiente para hacer frente a los requerimientos de los exportadores y productores: Puerto Caldera.
En efecto, esta iniciativa del plan que abre la posibilidad de construir un nuevo puerto regional, se explica en la falta de estudios de demanda y oferta concreta que evalúen los impactos de la generación de carga en la región y el hinterland bioceánico sobre la red portuaria de Atacama. Si este terminal marítimo fuera reconocido como multipropósito y de uso público (como ciertamente lo es), la demanda de transferencia de carga quedaría cubierta.
Sin duda, la gran mayoría de las medidas contempladas para Atacama apuntan en la dirección correcta. No obstante, queda pendiente relevar la importancia de aumentar la cobertura ferroviaria en las provincias de Chañaral y Copiapó, además de desestimar la necesidad de nuevos puertos en la zona, toda vez que existe capacidad instalada en cada provincia de esta región.
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