Por: Rodrigo Aljaro. Gerente General de Grupo Gourmet
Según cifras entregadas por la Organización Mundial de la Salud, más de 2.100 millones de personas alrededor del mundo carecen de acceso a servicios de agua potable gestionados de manera segura; lo cual ya estaría afectando a cuatro de cada diez personas.
Chile enfrenta una complicada situación ante un posible racionamiento, y entre las industrias que se verán afectadas será la de alimentación/gastronomía, ya que durante todos sus procesos el agua es protagonista fundamental para el desarrollo de la actividad; contingencia que alerta a tomar medidas tanto individuales como gubernamentales.
Se estima que en nuestro país se utiliza para consumo humano solo el 5% del agua dulce, el resto es utilizado en mayor medida por las grandes industrias nacionales; estas cifras indican además que el área de la alimentación comparte el uso del consumo humano para su desarrollo.
¿Qué significa a grandes rasgos esta situación para el rubro? Esto quiere decir que las empresas gastronómicas o alimenticias deben crear planes a largo y corto plazo para mitigar las consecuencias, ya que el compromiso de cuidar el medio ambiente está directamente relacionado y las nuevas políticas gubernamentales van en esa dirección.
Entre las medidas, se sugiere utilizar productos que puedan mantener la limpieza del lugar sin agua (paños de limpieza con cloro); usar lo justo y necesario en materia de herramientas, tanto en la cocina como en los salones con público; enfocar los horarios de trabajo (dentro de lo posible) donde exista el agua en los locales. Además, buscar métodos que acumulen agua gris para ser utilizadas en otros procesos y potenciar los delivery’s. A largo plazo sería ideal que los propietarios lograrán crear conciencia del agua. Una de las buenas propuestas es la gestionada por el MOP que solicita
Como consumidores es importante ser más conscientes en todos los procesos que estamos viviendo, ya que debemos exigir tanto a la industria gastronómica como a las grandes organizaciones mayor eficiencia en sus acciones, ya que no podemos tolerar que existan “empresas” que prioricen sus productos, antes que a las personas o los pueblos que tienen a su alrededor.
Como sociedad tenemos el deber de priorizar los temas asociados al medio ambiente, exigiendo estándares más sustentables para asegurar el futuro de todos los que vivimos en este país.
El contenido expresado en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no representa necesariamente la visión ni línea editorial de Poder y Liderazgo.