Tras participar de una ceremonia conmemorativa junto al Presidente Sebastián Piñera, el titular de Vivienda y Urbanismo valoró el proceso de reconstrucción que involucró la reparación y reposición de más de 223 mil viviendas dañadas, así como también el desarrollo de obras urbanas con mitigación de riesgos para las familias
Al cumplirse el décimo año desde que ocurriera uno de los terremotos y tsunamis más catastróficos que han afectado al país, el ministro de Vivienda y Urbanismo, Cristián Monckeberg, destacó el proceso de reconstrucción impulsado desde el 27 de febrero de 2010, que involucró la reparación y reposición de más de 223 mil viviendas distribuidas en siete regiones del país, de Valparaíso a La Araucanía.
En actividad junto al Presidente Sebastián Piñera en Talcahuano, el secretario de Estado afirmó que “hoy estamos mucho mejor preparados como instituciones públicas para enfrentar emergencias de esta magnitud”, haciendo referencia a la actualización de los protocolos de trabajo, mejoramiento de la norma sísmica, calidad de las viviendas y las obras urbanas con mitigación de riesgos.
“En el 27F nos demoramos un año en catastrar para saber la magnitud del daño que teníamos en las viviendas y en lo que teníamos que reconstruir. Hoy somos capaces de hacerlo, de acuerdo a los eventos que hemos tenido, en 10 o 20 días. Este un ejemplo muy simple que da cuenta de cómo, en cada una de las etapas de los procesos de reconstrucción, estamos mejor preparados como instituciones y también las familias”, añadió la autoridad del Minvu.
Sobre el proceso de reconstrucción, que cuenta con un 99,93% de avance, el ministro Monckeberg precisó que “hemos avanzado muchísimo, se reconstruyeron 223 mil viviendas y las últimas que faltaban ya están en ejecución y estarán listas este 2020. Es un esfuerzo importante que nos pusimos como meta de terminar este año el proceso de reconstrucción”.
Por su intensidad, impacto, magnitud y dispersión geográfica, el 27F consiste es la catástrofe más grande de los últimos 50 años en Chile. En ese sentido, el Minvu impulsó líneas de acción en escala habitacional y ciudad, siendo el proceso más complejo debido a la amplitud de radio geográfico afectado.