Por: Carlos Cantero O. Doctor en Sociología. Corporación Educalidad
Luego de un encadenamiento de eventos traumáticos de carácter local y global: las movilizaciones sociales y el estallido ciudadano el 18 de octubre pasado; y, las consecuencias de la pandemia del coronavirus, que paralizó el país y el mundo, con cuarentena y aislamiento social prolongado, nos enfrentamos violentamente a la sociedad digital y los nuevos desafíos. En concreto a un estado de Cambio catastrófico.
La educación no volverá a ser la misma, ha cambiado para siempre. Habrá una distinción (ACV) antes del coronavirus y otra realidad completamente distinta (DVC) después del coronavirus, que alcanzará a todas las comunidades educativas del país, públicas y privadas, como reflejo del cambio digital global. Estamos viviendo un cambio de época, una profunda transformación cultural. Y en esta transformación debemos considerar al menos las siguientes variables esenciales.
Oportunidad adaptativa. No se trata de un año perdido, sino de uno pleno de desafíos que demanda liderazgo, prospectiva, políticas públicas e inversiones relevantes. En esta inmersión forzada a la sociedad digital, la educación está fuertemente desafiada, al tiempo que tiene una oportunidad para potenciar una educación mixta, presencial y virtual.
Demanda de políticas públicas. El peligro latente es que, si no se implementan urgentes políticas públicas, las desigualdades sociales se agudizarán, afectando la igualdad de oportunidades, segregando entre los que se insertan en la virtualidad y aquellos que quedarán rezagados.
Hasta ahora, cada unidad educativa -pública o privada- lucha aisladamente, con poco apoyo y escasa coordinación, en el proceso de adaptar los establecimientos a la educación virtual. Profesores, alumnos, padres y apoderados muestran estrés, cansancio e incertidumbre. Las comunidades educativas: directivos, profesores, alumnos, padres y apoderados, requieren políticas públicas, para facilitar su proceso adaptativo a la usabilidad de las nuevas tecnologías, en el proceso educativo y las otras dimensiones de la vida.
Nuevas formas de ser y estar en el mundo. Ha cambiado la forma de ser y estar en el mundo, las herramientas tecnológicas cambian las formas de relacionarnos en el trabajo, la educación, lo social, etc. El desafío de adaptabilidad a la sociedad que emerge, genera nuevas demandas: gestionales, gerenciales y conductuales; al entorno regulatorio y legal; nuevas competencia y habilidades requeridas en el nuevo ethos digital. Un trasbordo desde la sociedad declinante hacia la sociedad emergente, cambio radical que no consiste sólo en la mudanza desde el ambiente analógico al digital, claramente se trata de procesos profundos y plenos de complejidad, en el contexto de adopción de los paradigmas de la sociedad digital.
Toda la comunidad educativa involucrada. Estos esfuerzos deben ser integrados, complementarios y copulativos, desde el profesor y el establecimiento, hasta el ministerio de educación, para avanzar hacia la adopción de las nuevas tecnologías. Ahora forzado por las circunstancias, el ministerio debe desarrollar los programas y los contenidos educativos, en los nuevos formatos digitales e interactivos, que den fluidez y efectividad al proceso de enseñanza aprendizaje, permitiendo atender las diferencias propias de los estudiantes en el proceso educativo. Un modelo educativo que reconozca las diferencias generacionales de los profesores, educandos, padres y apoderados.
Desafío y gran oportunidad para la educación. Si bien es cierto, la sociedad digital ha llegado a algunos espacios de la administración del estado, como el servicio de impuestos internos y el registro civil, hay amplios espacios que muestran profundos retrasos. Uno de ellos es la educación, de lenta adaptabilidad a las tecnologías de información y comunicación. Ahora tiene el gran desafío y una portentosa oportunidad de ponerse a la vanguardia de la modernización de Chile, la que tiene que comenzar por nuestra infancia y juventud, desde el jardín de infantes hasta el término de la enseñanza media, potenciando su aprendizaje.
Políticas adaptativas: apoyo multimedial urgente. El estado de Chile tiene la obligación ética de romper los graves desequilibrios observados en hogares que tienen desventajas tecnológicas, por ancho de banda en internet, disponibilidad de computador, smart tv y escasa competencias y habilidades para su inserción en las nuevas tecnologías.
Se debe impulsar un auténtico trasbordo desde la educación analógica a la digital. No se trata de repetir el ambiente del aula física en la educación virtual, el tema es más complejo y profundo, requiere nuevos recursos educativos, hábitos, habilidades y competencias. No se trata de remisión de apuntes, guías y tareas, eso está muy lejos del mínimo estándar aceptable para una educación de calidad.
Corporación EDUCALIDAD, en el contexto de la Sociedad Digital, promueve la educación de calidad, la igualdad de oportunidades, la adopción de herramientas tecnológicas digitales y un entorno legal y regulatorio adecuado, para el desarrollo de una educación mixta (pública y particular), promoviendo la realización y pleno desarrollo de las capacidades de los alumnos, que constituyen en futuro de nuestro país. Nacemos con ese propósito.
El contenido expresado en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no representa necesariamente la visión ni línea editorial de Poder y Liderazgo.