Por: María José Escudero. Co Fundadora de Fundación Ronda
Ante el crítico escenario que estamos viviendo desde octubre del 2019 en nuestro país y que ahora se ha visto agudizado a raíz de una de las pandemias más grandes de la historia, las organizaciones de la sociedad civil (OSC) en Chile, como lo son: fundaciones, corporaciones, juntas de vecinos, centros culturales, agrupaciones de voluntarios, entre muchas otras, se encuentran en un punto crítico de financiamiento para salir adelante.
En primer lugar, consideramos que es importante visibilizar la credibilidad y posicionamiento que han construido las OSC en nuestro país. Según la encuesta nacional “Termómetro social octubre 2019”, que nace buscando medir los agentes e instituciones relevantes durante la crisis social, Bomberos de Chile es la institución que genera mayor confianza entre las personas, le siguen en el ranking los organismos voluntarios de ayuda y ONGs y en tercera posición juntas de vecinos y organizaciones territoriales, es decir, los primeros lugares son todos ocupados por OSC.
Ahora bien, si hacemos zoom solamente en fundaciones y corporaciones de índole social, según cifras de Sociedad en Acción, este sector aporta con 310 mil empleos remunerados y de voluntariado, lo que en términos de gastos representan 2,1% del PIB y su fuerza laboral equivale a 3,7% del país, se trata de cerca de alrededor de 15 mil fundaciones y corporaciones sin fines de lucro, que sostenemos relaciones y colaboraciones entre distintas personas e instituciones, apoyando iniciativas públicas y privadas para construir un Chile más justo y equitativo. Dicho de otra forma, llegamos donde no puede llegar el Estado, ni las empresas.
Como Fundación Ronda, estamos conscientes de como desde todos los sectores nos estamos viendo afectados por esta crisis, pero en el caso de las OSC, existe un punto aún más crítico de financiamiento, ya que en la mayoría de los casos no se nos considera como posibles sujetos de crédito, como tampoco calificamos en las medidas económicas propuestas por el gobierno para las pyme y empresas en general. Así mismo, fondos y recursos públicos y privados que se abren a postulación – que nos alegra y esperanza que suceda – son para proyectos que van en directa relación con entregar ayudas y aportes a raíz de la emergencia sanitaria, es decir ninguno de estos van a cubrir los costos fijos y de operación de las organizaciones.
Además de mencionar que muchos de nosotros, desde el inicio del estallido social, hemos perdido gran parte del financiamiento de nuestras alianzas, servicios, donaciones, proyectos, entre otros, por lo que esta pandemia vino a ser el tiro de gracia para muchas organizaciones que han tenido que cerrar sus puertas, despedir gente, bajar iniciativas, en definitiva disminuir apoyos para los más vulnerables de nuestro país, como son las personas: mayores, con discapacidad, en situación migratoria, en situación de calle, como también las familias en extrema pobreza, niños y niñas en riesgo social, entre tantas otras comunidades y causas que requieren de nosotros, y que una vez más volverán a ser las últimas de la fila.
Desde Comunidad de Organizaciones Solidarias, donde Ronda también es parte, se han realizado varios intentos y conversaciones con el gobierno sobre estos temas, que si bien han sido recepcionados con buena disposición, a la fecha no existe ninguna solución clara o especifica y cada día que pasa se hace más crítico y difícil el escenario para las miles de personas que estamos detrás de estas organizaciones entregando nuestros talentos, pasión y compromiso, para hacer de Chile uno mejor y más grande.
Fundación Ronda hace un llamado al Gobierno y al sector privado a que tomen en consideración con urgencia a este importante sector de nuestro país, que irónicamente siempre busca ayudar, pero que hoy necesita ayuda. Te necesitamos…
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