Por: Roberto Contreras M. Economista y director de la Escuela de Postgrado de la UTEM
Los créditos hipotecarios son préstamos de mediano a largo plazo que se otorgan para la compra, ampliación, reparación o construcción de una vivienda, compra de sitios, oficinas o locales comerciales, estacionamiento u otros de similares características. También se puede solicitar un crédito hipotecario con una propiedad ya adquirida para fines generales (utilizar el dinero para cubrir una necesidad particular). En este caso, la propiedad que se adquiere o que se tiene queda en garantía o hipotecada a favor del Banco para asegurar el pago del crédito.
Una de las preguntas recurrentes por estos días es ¿por qué la tasa de los créditos hipotecarios está subiendo en circunstancias de que el Banco Central ha bajado fuertemente la tasa de política monetaria?
La explicación es que la tasa de política monetaria regula las tasas de corto plazo en cambio los créditos hipotecarios corresponden a instrumentos de deuda de largo plazo y sus fundamentos se mueven por otras condicionantes, aquí se puede mencionar que entre los factores que han afectado las tasas de los créditos hipotecarios es una fuerte salida de capitales desde las economías emergentes dada básicamente por la condición de incertidumbre donde el precio de las materias primas está bajando, debilitando las monedas locales, por tanto la rentabilidad que generan estos instrumentos en moneda extranjera disminuyen.
En este escenario, ¿se podría generar un incremento del stock de vivienda (casas y departamentos)?, la respuesta es afirmativa.
Hay dos factores que influyen en la demanda de viviendas, por una parte está el incremento de las tasa de interés para financiar este tipo de activos y en segundo lugar existe incertidumbre respecto a las condiciones laborales que se puedan enfrentar en el futuro más próximo, esto provoca una disminución importante de la demanda de este tipo de activos, que se puede compensar con una caída del precio de las propiedades.
Algunas recomendaciones adicionales, cada vez que adquiera una propiedad piense en ella como un activo de inversión (patrimonio), como tal, cuál será su demanda futura de ese patrimonio. Es posible observar cambios demográficos importantes en un contexto de largo plazo, familias más pequeñas con pocos hijos o sin ellos, personas que vivan solas o parejas sin hijos, personas que compartan una propiedad (amistades), en este ámbito tantos departamentos o casas de mediano tamaño céntricos con muchos servicios cercanos, buenas redes de comunicación y amplias opciones de trabajo cercana, son una buena opción.
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