Por: Álex Becerra E. Subgerente General Casinos River SpA
Existe un cuento -el de “Pedrito y el lobo”, del compositor Serguéi Prokófiev- que se viene de inmediato a la memoria cuando escuchamos a algunos distinguidos miembros de nuestra comunidad hablando del regionalismo. La asociación es directa porque Pedrito, el niño de ese cuento, mentía una y otra vez hasta que la gente se aburrió de creerle y que cuando realmente necesitó de las personas, el pueblo ya no creyó más en él y el lobo hizo de las suyas.
Lo antes descrito, ¿no le suena a conocido?
Han pasado muchos años y todavía hoy, en escenarios completamente diferentes, seguimos escuchando las mismas promesas, los mismos discursos y pareciera que el cuento se sigue narrando de manera invariable, en donde únicamente cambiaron los actores. Las empresas mineras han asumido el protagonismo del famoso cuento, porque año tras año, declaran y firman políticas de desarrollo sustentable regional, materia que al final de las cuentas, solo quedaron traducidas en buenas intenciones.
El pueblo, la gente engañada una y otra vez por el famoso Pedrito, que aseguraba una y otra vez que venía el lobo, ahora somos nosotros, ese grupo de emprendedores regionales que continuamos creyendo en el cuento, esperando el llamado a trabajar en conjunto con esas empresas que se nutren, crecen y fortalecen con nuestras riquezas. Y, ojo, el tema clave es la expresión “en conjunto”, porque no queremos que nadie nos regale nada, ya que solo buscamos la oportunidad de demostrar lo que somos, lo que podemos construir y validarnos de una vez como agentes dialogantes y capaces.
En este escenario, existe una expresión que representa de manera directa lo que viene sucediendo desde hace muchos años: el tristemente célebre AHORA SÍ.
Parece que, a diferencia de los habitantes del pueblo de Pedrito, nosotros somos todavía más inocentes y seguimos confiando en que viene el lobo léase, oportunidades de negocios y continuamos asistiendo de manera puntual a esas reuniones en que se nos indica, con énfasis que AHORA SÍ queremos trabajar con ustedes, emprendedores regionales y regresamos una vez más esperanzados y reunimos a nuestra gente (trabajadores regionales) para decirles AHORA SÍ, pero pasa el tiempo y no recibimos ningún correo ni el teléfono tampoco suena con la concreción de nuestros deseos y cuando ya estamos bajando los brazos, nuevamente se nos invita a un bonito hotel, con un muy bien preparado desayuno y comienza de nuevo el cuento de que viene el lobo y AHORA SÍ seremos considerados como contraparte por las empresas mineras…
No negamos que todavía les creemos y los necesitamos. Hoy más que nunca, porque estamos pasando por un momento complicado y lleno de sobresaltos, escenario que requiere que cada región se una y se fortalezca, donde el tema del coronavirus está provocando que nos miremos como región y que se vuelva a plantear la necesidad de regionalismo efectivo, un regionalismo en que los que somos de esta zona nos sentemos en la mesa grande, para hablar y compartir ideas.
No es digno para nosotros, emprendedores y soñadores regionales, estar esperando que de vez en cuando caiga alguna migaja de la mesa en donde otros, ajenos a nuestra realidad, a nuestras raíces e idiosincrasia sigan disfrutando el banquete. Debemos ser anfitriones antes que invitados, Estar presentes cada vez que se abordan temas inherentes a nuestra realidad como región y comunidad.
Si no es ahora, el regionalismo no será nunca. Las empresas locales estamos preparadas, porque de verdad existe una clara necesidad de continuidad operacional y en este escenario solo las que somos de esta zona, conocedoras de esta realidad, podemos entregar mayor certeza.
El regionalismo hoy se debe transformar en una buena noticia que mañana se contará como una bella historia de desarrollo y no como un mero cuento.
Si no es ahora sabremos que el regionalismo es solo otra mentira de Pedrito. Y no olvidemos que cuando Pedrito sí nos requiera, ya no acudiremos a su llamado. Será demasiado tarde. Ya no creeremos en el AHORA SÍ.
El contenido expresado en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no representa necesariamente la visión ni línea editorial de Poder y Liderazgo.