Por: José Pablo Domínguez B. Director Corporación Pro O’Higgins. Subgerente General ME Elecmetal
Aún estamos en alguna parte de la pandemia. Al igual que con el Coronavirus, el foco de la reactivación debiera estar en cuidar a las personas y sus familias del impacto que la crisis sanitaria está dejando en sus economías domésticas, empresas y trabajos. Desempleo del 10-20% será parte del paisaje en adelante. Nuestra gente está más vulnerable que antes, viviendo una realidad de menos ingresos, más angustia, problemas de salud no resueltos y un retroceso a la pobreza que pensamos ya no veríamos en Chile. Aquí no hay espacio para fines particulares de tipo político o ideológico.
En el corto plazo se deben seguir fomentando planes sociales como ingresos de emergencia, apoyo a la clase media, reparto de cajas de alimentos y otras ayudas que tanto el Gobierno, el mundo político y las empresas privadas han liberado para llegar a cubrir las necesidades básicas y suplir, al menos en parte, la falta de ingresos de muchos hogares.
Debemos agradecer que Chile ha generado ahorros por años, que permiten ahora frente a la crisis, usar esos recursos en beneficio del cuidado de las personas. El que ahorra siempre tiene, y Chile lo hizo por años. ¡Bien!
¿Qué hacemos después? Los recursos son escasos y las necesidades son múltiples. Los recursos del Estado y sus planes de apoyo son finitos y pueden durar algunos meses. No es responsable ni realista pensar que el Estado pueda seguir repartiendo plata por mucho tiempo.
Me atrevo a proponer y compartir algunas ideas que pienso son claves tener en cuenta en cualquier plan de reactivación. El empleo debiera ser la prioridad. Su deterioro ha sido evidente con alarmante crecimiento del empleo informal en los últimos años y, más grave aún, aumento del desempleo juvenil que ya superan el 30% en jóvenes de 18-24 años. No podemos desperdiciar ese talento y, lo que es peor, frustrar sus sueños y proyectos por no darles oportunidades.
En este sentido, podemos trabajar un acuerdo Público-Privado donde pongamos a estos jóvenes como prioridad. Ellos no estudian ni trabajan, podemos apoyarlos con los Gremios Empresariales, de los cuales participo y no son como los pintan en Twitter, hay buena disposición para abrir espacios de empleo a estos grupos que tienen probablemente muchas habilidades digitales alineadas con el mundo que viene pero que no estamos aprovechando.
En tiempos de crisis debemos apoyarnos en lo que hacemos mejor, en ese sentido, si pensamos en las fortalezas de nuestra Región, es claro que la Agricultura, la Industria de Alimentos y la Minería son nuestras principales actividades. Importante apoyar su desarrollo y crecimiento en una relación ganar-ganar donde estás industrias y sus cadenas de valor se comprometan a maximizar las oportunidades de trabajo, sobre todo para los grupos indicados más arriba. Las empresas juegan un rol central en la reactivación y en la sociedad, esta es una oportunidad para crear empresas y generar empleos.
Las empresas tienen como misión crear riqueza (si, crear riqueza, Dios me proteja de Twitter), y se transforman en agentes de cambio social dando oportunidades a las personas para desarrollarse y capacitarse, permitiendo y aportando al progreso social. Convocamos a las principales empresas de la región para generar este pacto de reactivación y apoyo al empleo, y trabajando unidos no hay otra forma; revertir está crisis con empleo, oportunidades y progreso.
Promover a través del Gobierno Regional o los Alcaldes un plan agresivo en inversiones públicas es algo también importante. Ojalá acelerar proyectos como la Carretera de la Fruta. el Paso las Leñas, obras viales y obras públicas en general, que permitan mejorar las condiciones de vida, pero más importante aún, generar empleos para el bienestar de los habitantes de la Región. Convocar al mundo político de forma transversal para que se comprometan a facilitar el avance de estos proyectos, pensando en la gente y no en sus intereses particulares. Inversiones en digitalización y conectividad para comunas y colegios, serán muy bienvenidos.
Revisar con diligencia la cartera de proyectos en evaluación ambiental en la Región. No se trata de dar atajos ni saltarse etapas, pero si de poner foco en que sus procesos se lleven adelante como corresponde cumpliendo todas las normativas vigentes y se concreten. Mirar el ejemplo de otros países en este sentido. Hay que entender que los proyectos que son bien ejecutados y cuidan el medio ambiente generan enormes oportunidades de trabajo y progreso para las regiones donde se desarrollan.
Hoy la pobreza nos toca la puerta con su peor cara. Es hora de que pongamos toda nuestra energía y foco en las personas y familias de nuestra región. Todos suman, nadie se puede restar. ¡Vamos que se puede!
El contenido expresado en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no representa necesariamente la visión ni línea editorial de Poder y Liderazgo.