Por: José Ignacio Avello O. Magister en Ciencias Políticas y Comunicaciones. Consultor en Marketing Político
A lo largo de la historia mundial, en diversos continentes, hemos visto la evolución política debido a grandes hechos que han marcado la trayectoria de cada país. Sin duda, el estrecho contacto con el sentido ciudadano y sus necesidades es lo que hace a la política progresar y entender que estamos sometidos a cambios estructurales y a estar conectados con el verdadero enfoque de un pueblo.
Desde mi rol político he logrado observar durante algunos años la construcción de liderazgos. A través del tiempo hemos visto grandes filósofos, politólogos y pensadores como Hobbes, Locke, Kant y, especialmente, Hannah Arendt, quien defendía un concepto de “pluralismo” en el ámbito político.
Gracias a esto se generaría el potencial de libertad e igualdad políticas entre las personas. Importante es la perspectiva de la inclusión del otro: en acuerdos políticos, convenios y leyes deben trabajar a niveles prácticos personas adecuadas y dispuestas. Así lo han manifestado pensadores que en sus análisis y propuestas definían un espacio libre donde construir y reconstruir un sistema político y de gobierno.
Claramente no podemos estar de acuerdo en todo, pero recogiendo ejes fundamentales vemos que hemos perdido identidad, derechos y estamos en vías a una nueva constitución que nos permitirá avanzar en diversas áreas. Hemos perdido también derecho a la libertad en varios sentidos, hemos perdido el derecho a vivir tranquilos, con un estado que presiona las libertades de su pueblo. Nos marginan y las decisiones pasan por otros estamentos públicos y actualmente hasta privados con el actuar de la política y el empresariado.
Sin duda analizando este relato podemos identificar la pérdida de ejes de primera necesidad… inclusive hasta el derecho de defender nuestras propias libertades, la propiedad privada, o el verdadero rol del estado como protector de su gente, como también hemos perdido el objetivo de contribuir a un sistema político basado en la verdadera democracia representativa y el Estado de Derecho, como además terminar con las barreras en el comercio o simplemente potenciar la libertad de mercado.
Es interesante cómo un sector saca a la luz banderas de lucha que realmente siempre han sido de otra posición, de los que han alzado la voz para defender el estado del bienestar; hemos visto la defensa de un sector más progresista liberal en estos temas que de una centro derecha que busca espacios a veces muy contradictorios con su posición o ideología, solo con el fin de jugar con el electorado.
Hobbes planteaba tres ejes principales del derecho del individuo: la igualdad natural de las personas, la legitimidad representativa del poder político y el poder que puede ser revocado al no garantizar la protección de sus subordinados. También nuestro derecho a la vida, la libertad y a la propiedad privada de acuerdo al esfuerzo del ser humano que lucha arduamente con su trabajo (Locke). Estos elementos van perdiendo identidad, seguridad y fuerza. ¿Hasta qué punto nos protege el Ejecutivo? ¿Hasta qué punto somos importantes y no sólo números? ¿Hasta qué punto la presión política sumerge en la desgracia a muchos hombres y mujeres que luchan por su familia y libertades?
Así, se trata de un espacio que se debe reconstruir con ideas, con un sentido de conexión ciudadana y evolucionando hacia lo que realmente queremos como sociedad y para las futuras generaciones.
Hoy Chile necesita espacios más claros de fortalecimiento en lo político, otros sectores más extremos han perdido fuerza por estar fuera de foco con el sentido ciudadano, o definitivamente se han distraído de lo realmente importante por ambiciones más bien personales.
Esto sin duda nos deja varias tareas que debemos concretar: avanzar hacia acuerdos programáticos, ideológicos y con un real eje en lo ciudadano, porque la construcción debe ser con el fin de evolucionar o progresar, no estar estancados en sistemas o en acuerdos políticos que sólo buscan ciertos dividendos sin medir consecuencias, debemos ser tolerantes y respetar los derechos del resto como así hacer valer los nuestros, se debe construir un espacio donde todos quienes luchamos por la libertad nos sintamos felices de aportar a nuestro país que hoy necesita verdaderos acuerdos que permitan hacer valer nuestra democracia con sentimientos de libertad.
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