Por: Volker Lafrenz. VP GM Infor Latam, Infor
Cómo desarrollar un plan para pasarse a la nube. Para aquellas organizaciones que han estado esperando para pasar sus aplicaciones a la nube, existen ahora muchos datos para desarrollar un plan y una estrategia. También hay más opciones para definir la estrategia a la nube, ya que hay más empresas que ofrecen las soluciones en la nube.
Esta variedad de opciones permite a las empresas seleccionar el recorrido que mejor aplica a las necesidades estratégicas y el perfil de riesgo. Sin embargo, identificar el recorrido perfecto para la empresa requiere que todos hagan bien su trabajo considerando las alternativas existentes para asegurar que encuentran la mejor estrategia que se adapta a sus objetivos comerciales.
El primer paso es identificar y priorizar los objetivos empresariales y tecnológicos. El mapeo del ecosistema existente y la identificación de brechas que deben resolver es clave para la estrategia en la nube. El software existente frecuentemente requiere que los usuarios expertos gestionen y creen flujos de trabajo que requieren procesos manuales entre las organizaciones que utilizan distintas aplicaciones para la gestión de su empresa. Además, el software puede ser anterior a las versiones actuales debido a distintas customizaciones, lo que significa que puede necesitar un update para funcionar con las nuevas versiones.
Las empresas ya saben que existe un valor tremendo en modernizar el ecosistema con tecnología en la nube, incluyendo la capacidad de mantener las funcionalidades fácilmente, y disminuir la presión en los recursos internos. Como menciona McKinsey: “Al considerar a la nube como un punto de comienzo para la automatización tecnológica, las empresas pueden lograr todo: escalabilidad, agilidad, flexibilidad, eficiencia y ahorro de costos, pero eso solo es posible desarrollando las funciones de automatización y en la nube.”
Para priorizar las etapas de migración, las empresas deben considerar cuándo es el momento de hacer una inversión para el upgrade. Un buen momento para comenzar es la funcionalidad que sirve para focalizarse en los silos empresariales; esto puede ser una buena forma de empezar el recorrido a la nube sin necesidad de alinearse ni de grandes esfuerzos de muchas personas en distintos departamentos.
El cambio cultural de la organización puede impulsar una estrategia basada en el análisis. Esto puede lograrse dejando las aplicaciones en su lugar, pero moviendo los datos a la nube, para permitir visibilidad entre los silos de datos y un monitoreo preciso de los KPIs de la empresas.
El segundo paso es considerar si la organización está lista para la transformación digital. Para las empresas que cuentan con la capacidad para realizar cambios más sustanciales, moverse a una solución ERP moderna basada en la nube o una plataforma de operaciones digitales abre un potencial enorme, incluyendo flujos de trabajo más inclusivos y consistentes, una experiencia de usuarios común en toda la organización y acceso móvil a herramientas críticas y datos que soportan el trabajo donde los empleados lo necesitan.
“Estas plataformas de operaciones digitales de vanguardia (DOPs) – abarcando las finanzas, las operaciones con clientes, cadena de suministro, producto y talento de las personas, juegan un rol crítico en impulsar los negocios modernos y brindando la experiencia al cliente,” menciona Forrester. Además, muchos sistemas de ERP modernos pueden también sintonizarse para algún mercado en especial, disminuyendo el tiempo de implementación y las customizaciones para cumplir con los requisitos específicos del negocio.
Una vez que los objetivos y normas se han establecido, la organización debe preparar un equipo encargado del cambio. Los equipos que ejecutan transformaciones exitosas son inclusivos, uniendo a los grupos empresariales y técnicos para desarrollar un grupo holístico de requisitos a corto y largo plazo. El mapeo de estas necesidades o debe confundirse con la creación de requisitos detallados, las especificaciones cambiarán a lo largo del tiempo durante las etapas de migración.
Después de desarrollar la estrategia básica, los equipos deben trabajar con el planeamiento financiero para detallar el caso, determinando el modelo del ROI para la etapa inicial de la migración. Siempre es buena idea seleccionar los proyectos iniciales que brindan una contribución fuerte y tangible al negocio al ser implementados. Focalizarse en el tiempo para lograr valor, las primeras etapas del esfuerzo de migración pueden crear disponibilidad y productividad para soportar proyectos futuros.
Unificar datos de sistemas diferentes puede ser un reto, pero preparar los datos para la nube es un paso esencial para lograr el potencial de la nube. Al integrar los datos en la empresa, estas pueden lograr mayor visibilidad para alinear las operaciones y los empleados. Se deben relevar la limpieza de los datos y verificar la calidad de datos con mejores ingresos, archivando los datos innecesarios o datos que no son confiables para lograr mejores decisiones futuras.
Unificar los datos para la integración de las aplicaciones y análisis requiere una estrategia clara y robusta para la integración de la estrategia, incluyendo la definición de las normas de intercambio de datos y mapas semánticos para contextualizar los datos una vez agregados. Para la gestión del intercambio de datos futuros, las interfaces API deben priorizarse para maximizar la escalabilidad y flexibilidad.
En la selección de herramientas y socios, las organizaciones deben reconocer que la migración a la nube requiere la consideración de distintas clases de complejidad. Durante la implementación, las aplicaciones pueden funcionar en paralelo y necesitan operar con otras aplicaciones tanto en la nube como on-premise. Las aplicaciones de distintos proveedores en la nube deben integrarse para lograr flujos de trabajo interfuncionales. Identificar la tecnología de la plataforma para la integración, gestión del acceso del usuario, suma de datos, análisis y reportes debe realizarse junto con la selección de la aplicación inicial.
Seleccionar los socios adecuados para ayudar con el diseño e implementación de la estrategia en la nube resulta esencial. La mayoría de las empresas no cuenta con la capacidad o experiencia para hacerlo ellas mismas. Los socios deben reconocer que el tiempo para lograr valor requiere una estrategia en etapas con metas claras para lograr contribuciones tangibles para el negocio.
El planeamiento para las próximas etapas es tan crítica como las deliberaciones iniciales. Después de la etapa inicial, el valor que logra una empresa debe compartirse dentro de la organización para lograr mayor soporte para el próximo proyecto en la nube. Para que cualquier proyecto en la nube tenga éxito, los líderes deben ir más allá de lograr una implementación exitosa y en su lugar ver como impulsar la evolución cultural, identificando nuevas formas para colaborar. El futuro es la nube.
El contenido expresado en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no representa necesariamente la visión ni línea editorial de Poder y Liderazgo.