Por: Carlos Cantero O. Geógrafo, Master y Doctor en Sociología. Académico y conferencista, estudia la Sociedad Digital y la Gestión del Conocimiento. Fundador de HUB Desierto de Atacama
Desde hace más de una década he confrontado a la élite política que terminó rendida a la influencia de la élite económico-financiera, traicionando principios y valores. Venia anunciado el fracaso de un estilo de liderazgo abusivo, insensible, sin sentido social, alejado de lo ciudadano, con escasa vocación democrática, que repudió de los valores republicanos.
He insistido en la urgente necesidad de terminar con la aberrante endogamia social y el nepotismo. He repudiado un tipo de liderazgo insensible, marcado por relaciones incestuosas entre el dinero y la política. He rechazado el intentó de normalizar como media de la realidad nacional las tres comunas, que se evidenciaron claramente en el plebiscito y en el desastre electoral que acaba de ocurrir. ¡No son la realidad del país, sino solo de un pequeño segmento de chilenos llenos de privilegios!!
Muchos denunciamos el colapso de una derecha individualista, egoísta y abusiva, que intentaba imponer un sentido materialista y minimalista de la persona humana y del sentido de comunidad. Lo dijimos con pertinencia, oportunidad, coherencia, valentía y terminamos siendo perseguidos, estigmatizados, anulados. No hubo disposición a escuchar, más aún la élite insistió en un trato abusivo, anulador, tratando de eliminar al mensajero. ¡Se nos trató de exterminar!
Es hora de dejar la mediocridad y el estilo abusivo de quienes hundieron políticamente a la centro-derecha, pensando que habían clavado la rueda de la fortuna y que el dinero lo compra todo. Intentarán normalizar este fracaso, cerrando los ojos a la realidad, generando un relato ficticio y ajeno. Pero, no podrán frente al evidente desastre. Por lo demás, si no hay ajustes inmediatos, las consecuencias en la elección Parlamentaria y Presidencial serán aún peores. ¡Eso significa quitarles el rol de conductores y coordinadores del proceso!! Sacar a quienes encarnan el abuso, la insensibilidad social y política.
Denunciamos -y lo reiteramos en este acto- el sometimiento de muchos que tranzaron sus ideas y principios, ante aquellos que sin valores éticos creen que todo tiene valor económico, intentando comprar personas, partidos, cargos e influencias. He denunciado -hasta la saciedad- la abusiva actitud de aquellos que nos han traído hasta este desastre.
Reclamo la responsabilidad del aberrante y hegemónico enfoque doctrinario del “Instituto Libertad y Desarrollo”, que por encargo de sus financistas hizo la arquitectura de este fracaso social y político-electoral, matando un modelo que tenía mucho que dar. Frente a la debacle político-electoral de la derecha, pienso en los ciclos naturales de muerte y regeneración. Este ciclo se termina para un nuevo renacer.
La megatendencia político-electoral está marcada por el sentido social y ciudadano. Se requieren urgentes y radicales cambios en la conducción política, no hablo de los partidos políticos, sino del conjunto que incluye a todos quienes dejamos la militancia, cansados de denunciar los abusos, el tráfico de influencias y la falta de ese sentido social y ciudadano, que hoy actuamos desde la “independencia”.
Insisto en la necesidad de un giro hacia lo social, ciudadano, republicano y democrático, que valore el mérito y la excelencia. ¡Se requiere urgentemente de una nueva ética! Llegó la hora de retomar nuestro liderazgo, de ejercer la función de puente y comenzar la reconstrucción, dejando atrás la noche negra. Es de toda evidencia el espacio de crecimiento que representa el 60% de los chilenos que no participó. Allí está la oportunidad para recomenzar un trabajo serio, respetuoso, responsable y solidario.
El contenido expresado en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no representa necesariamente la visión ni línea editorial de Poder y Liderazgo.
