Por: Hugo Balseiro. Director de Data & Analytics everis Chile
Hace poco más de un año cuando empezaron las cuarentenas en Chile, las personas encontraron una gran solución para adquirir productos a través del e-commerce, incrementado las cifras de ventas por este canal hasta en un 100% durante 2020, según las últimas cifras de la Cámara de Comercio de Santiago.
En este sector, sin duda se hizo imperante para las compañías (grandes y pequeñas) comenzar a digitalizar sus procesos e incorporar tecnologías más disruptivas. Una de ellas es la Inteligencia Artificial (IA), y que según el último estudio de everis y Endeavor sobre el “Impacto de la IA en el emprendimiento en América Latina”, el sector de e-commerce y retail se encuentra en el segundo lugar de innovaciones con dicha tecnología.
Este escenario nos propone grandes oportunidades, pues de hecho Chile, junto con Brasil y México, son los países más desarrollados en la incorporación de IA. Pero también, nos plantea grandes retos.
Uno de ellos es la necesidad de potenciar el desarrollo de talento experto, profesionales y técnicos especializados en IA. Acá se hace clave la colaboración entre el mundo de la academia (universidades e institutos de formación técnica) y las empresas y emprendedores que impulsan la transformación en la industria digital.
A su vez, los gobiernos deben priorizar estas temáticas en sus planes y programas, apoyando el fomento del uso e incorporación de estas tecnologías, incluso en sus propios organismos e instituciones.
Y en el ámbito regulatorio, donde Europa es un referente, debemos también avanzar para ofrecer garantías del buen uso de los datos para las personas, pero también definir un “rayado de cancha” para las empresas, donde todas tengan la tranquilidad de conocer las reglas y desenvolverse en una industria regulada y segura. La ética de la IA también es una materia que deberá ser estudiada y definida para que todos se sientan cómodos con su utilización.
Según el estudio que desarrollamos, la región de Latam se encontraba a punto de avanzar hacia una etapa de crecimiento en la adopción y madurez de IA en el emprendimiento. Y esto seguro ya es una realidad luego de la aceleración digital impulsada por la pandemia. Este impulso nos hizo pasar el punto de no retorno, y ya no es posible volver atrás.
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