Por: Juan Andrés Pino M. Jefe de Carrera de Terapia Ocupacional de la Universidad de O’Higgins
La carrera de Terapia Ocupacional es parte de las tres carreras de la Escuela de Salud que junto a Enfermería y Medicina imparte la Universidad de O’Higgins en su campus Rancagua. Es una carrera de vanguardia que en la actualidad analiza, gestiona, planifica e interviene en los diferentes procesos de salud-enfermedad de las personas, a través del fortalecimiento de las ocupaciones humanas y la justicia social.
Esta preocupación por el quehacer de las personas y sus comunidades están directamente relacionadas con nuestras condiciones territoriales y culturales, cuestión fundamental en la formación de los y las Terapeutas Ocupacionales que egresarán de la Escuela de Salud de la Universidad de O’Higgins este año.
De ahí la importancia del trabajo que está desarrollando la UOH en relación con la vinculación con el medio, la cual se comienza a materializar con la entrada al campo profesional de esta primera generación de profesionales.
Las y los 24 Terapeutas Ocupacionales en formación se encuentran trabajando y aprendiendo desde nuestro territorio en la Red del Servicio de Salud de O’Higgins y Departamentos de Salud en comunas como Pichidegua, Las Cabras, San Vicente de Tagua-Tagua, Nancagua, San Fernando, Rancagua, por mencionar algunas, donde realizan distintas acciones que van desde las intervenciones con niños, niñas y adolescentes que presentan dificultades y/o problemáticas y que requieren una rehabilitación física, hasta una amplia gama de acciones psicosociales en los dispositivos de salud mental.
Estos hitos muestran y marcan un itinerario relevante para potenciar el acceso a las prestaciones en rehabilitación de la Región, pero, sobre todo para avanzar en estrategias novedosas de inclusión sociocomunitaria y participación ciudadana en colectivos que se encuentran en situación de vulnerabilidad. Una necesidad sentida y postergada por largos años en O’Higgins.
Todo este esfuerzo es fruto de un trabajo colaborativo y articulado de años con una serie de instituciones regionales, donde sus profesionales-tutores de práctica juegan un rol fundamental en el acompañamiento del proceso de enseñanza y aprendizaje de los y las estudiantes. Este es el reflejo de la vocación pública y el sentido social de la Universidad y sus colaboradores. Por eso, estamos muy esperanzados en ir tejiendo y fortaleciendo nuestra vinculación con el medio y afianzar la vocación democrática, pluralista y equitativa que demanda la Región y país.
Hay que destacar que, esta primera generación de Terapeutas Ocupacionales ha tenido que afrontar una serie de aprendizajes propios de una Universidad en crecimiento y consolidación, que otorga un perfil de egreso con valor agregado. Forman parte, además, de un proceso constituyente a nivel nacional y participan como parte de los profesionales que dan respuesta a una pandemia mundial, dos grandes desafíos que implica formarse y trabajar en estrategias de cuidados participativos, dialógicas, ciudadanas o con nuevas modalidades de atención en salud como son: la telesimulación, telesalud, telerehabilitación, contextos propios de las demandas en la actualidad.
Este recorrido da cuenta de la vocación disciplinar en alcanzar una justicia ocupacional para todas y todos los habitantes el territorio de O’Higgins que se traduce en acceder a quehaceres significativos, dignos y saludables que apoyen el bienestar personal y comunitario con todas sus diferencias, valorando la diversidad como una riqueza propia de nuestro territorio.
El contenido expresado en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no representa necesariamente la visión ni línea editorial de Poder y Liderazgo.