Por: Marcelo Giampietro. Gerente general de Américas Internacional, Citrix Systems, Inc.
“Suponer está bien, pero averiguar es mejor” es una frase célebre de Mark Twain. Suponer es dar por cierto algo sin buscar pruebas que apoyen esa creencia o razonamiento. Es definir algo y sustentarlo con nuestros propios pensamientos sobre el tema sin consultar la mirada de otros. ¿Pero a dónde puede llevarnos la suposición? Probablemente, al error.
En materia de espacios de trabajo y de formas de trabajar, el mundo se llenó por años de suposiciones: las personas solo trabajan bien ante la mirada atenta del jefe, la oficina es el único lugar para trabajar, nadie podría ser productivo trabajando desde su casa, y tantas otras. Luego, la vida cambió, y todo eso que parecía imposible se volvió la norma. Pero a pesar de eso y de ver cómo cayeron suposiciones y paradigmas del trabajo, aún existen ciertas discordancias entre lo que los empleados y sus empleadores creen.
Según un estudio reciente de Citrix a nivel global, Born Digital, cuando se trata de comprender qué atrae y motiva a los empleados más jóvenes, los líderes están desinformados. Por ejemplo, lo que más valoran hoy los empleados es la estabilidad y seguridad profesional (87%), y poder lograr un buen equilibrio entre el trabajo y la vida personal (87%). No obstante, los líderes creen que los trabajadores jóvenes valoran más el acceso a la última tecnología en el espacio de trabajo y las oportunidades de capacitación.
La oficina es otra área donde la mirada de los líderes se contrapone a la de los empleados. El 90% de los nativos digitales no quiere volver a trabajar a la oficina a tiempo completo después de la pandemia. Ellos reconocen la importancia del contacto cara a cara, de la interacción social en el ámbito corporativo pero creen que lo adecuado es un modelo de trabajo híbrido.
Sin embargo, el 58% de los líderes cree que los trabajadores jóvenes quieren pasar la mayor parte o todo el tiempo en la oficina. En relación a la tecnología sucede algo similar, solo el 21% de los líderes utiliza aplicaciones de mensajería instantánea como Slack o WhatsApp para el trabajo, en comparación con el 81% de los nativos digitales.
En definitiva, la clave para las empresas será comenzar a hacer las preguntas correctas que permitan re pensar el futuro del trabajo en su organización puntual, basándose en datos. Y luego crear espacios de trabajo y habilitar herramientas que permitan que los empleados puedan desbloquear todo su potencial sin importar desde donde trabajen.
La tecnología se presenta como una aliada para poder atraer y motivar a las generaciones más jóvenes y a todos los empleados en general, garantizando una mejor experiencia de trabajo que se pueda personalizar según las preferencias de cada uno y que no genere una brecha digital entre los que vayan a la oficina y los que trabajen desde otras locaciones.
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