Por: Sebastián Buffo S. Co-fundador de Le Wagon en Latinoamérica
Achicar la brecha digital puede significar un cambio en las oportunidades de un país o de toda nuestra región
La brecha de habilidades digitales es una problemática que atraviesa a toda la población mundial, pero se acentúa particularmente en nuestra región latinoamericana. Si bien las dudas en torno a cómo reducirla son infinitas, creo que hay luz al final del túnel. Y esa luz se resume en el concepto de EdTech, es decir, educación + tecnología.
Aunque parezca redundante, muchas veces el problema radica en no ver el problema. Y esto se repite a diario en el mundo de las habilidades digitales. Por esta razón, creo que es importante entender qué tipo de brechas existen en el universo tecnológico.
Internet, de la disrupción a la necesidad:
Si pensamos también en una de las mayores disrupciones de los últimos años no podemos no pensar en Internet, que vino a facilitar el aprendizaje y el conocimiento, pero también ha acentuado algunas brechas digitales. Entonces cabe preguntarse cómo ha evolucionado este concepto de habilidades digitales en los últimos años. Para responder a esto es necesario definir categorías y entender cómo han evolucionado.
Regiones: hay una gran diferencia en habilidades tecnológicas entre las diferentes regiones geográficas. Hay algunas que han evolucionado mucho más, donde sus habitantes están más capacitados que en el resto. Y es ahí donde se empieza a generar este gap de habilidades. Y los países que no adquirimos estas habilidades empezamos a sentir estas brechas, sufriendo mayores dificultades, viendo cómo los negocios funcionan mejor en otros lugares que en nuestros países. Esta es la primera brecha a cerrar.
Etario: Tardamos un promedio de entre 20 y 25 años en capacitarnos previo a nuestro ingreso al mercado laboral. En ciertos rubros se observa que las personas se empiezan a retirar antes o que los planes de retiro de las empresas se ejecutan antes del previsto, porque los mercados o las empresas empiezan a demandar nuevas habilidades. Es decir, habilidades que no adquirimos en nuestros primeros años formativos de escuela o universidad porque se generaron posteriormente.
Género: En el ambiente tecnológico la disparidad entre hombres y mujeres es altísima dado el sesgo inicial como carrera profesional poco humanista. Por suerte, se están impulsando muchas iniciativas para promover la mayor participación de las mujeres en esta industria, y en todos los programas de capacitación. Hay que continuar trabajando con compromiso y dedicación para cerrar esta brecha.
Idioma: El idioma también termina siendo una brecha. Los lenguajes de programación fueron escritos en inglés y esto representa una barrera de acceso para quienes no aprendieron este idioma. Incluso los errores propios que arrojan los programas son en inglés. Entonces primero tenemos que capacitarnos en el idioma para poder avanzar en el aprendizaje de habilidades digitales. De nuevo, para cerrar la brecha.
Mindset: Hacemos referencia a la forma de resolver problemas, de pensarlos, de la perspectiva de habilidades. Depende de la sociedad donde esté inserto y la cultura que haya internalizado, va a ser diferente la forma en que piense y resuelva problemas. Se necesita estandarizar algunos procesos.
Capacitación: Ha avanzado mucho en los últimos años. Hoy no solo está la capacitación hasta los 25 años, sino que nos podemos capacitar de forma constante. Las empresas están cada vez más exigentes en las nuevas habilidades digitales, demandan tener la capacidad práctica de ejecutar vs. entender la teoría. Acá es donde metodologías como un Bootcamp, donde el 80% del tiempo está dedicado a la práctica, son eficientes para el mercado laboral. Desde el lado empresario, la mejor forma de garantizar que, frente a la velocidad de cambio de la tecnología, el equipo se mantenga actualizado, es dar opciones y tiempo para la formación (“re-skilling”).
Metodología: En este punto seguimos aplicando la misma metodología, mientras que el nivel de distracción de las personas en todo momento ha aumentado consecuencia de un mundo híper-conectado/comunicado. Debemos entrenar a los profesores a poder sintetizar los conceptos y utilizar ejemplos prácticos, palpables y cercanos al hoy a fin de poder re-encantar a los alumnos. Sería casi como convertir la experiencia de aprender en algo cercano a Netflix y el afán de no poder parar de ver capítulos. ¿Cómo? Una gran aproximación a este cambio en la metodología es la manera de impartir clases de David J. Malan, profesor del curso gratuito CS50 de Harvard.
Cambios metodológicos: Educación+Tecnología
Ahora bien, desde el lanzamiento de iPhone, donde comienza a ser parte de nuestras vidas, la disrupción de la tecnología y el negocio ha sido muy importante en estos años.
A lo largo de los años la tecnología ha sido siempre lineal, es decir queríamos producir un auto más y para eso había que aumentar la cantidad de material. Pero en la actualidad, lo interesante de este tipo de tecnología, que se definen como Tecnologías Exponenciales, como por ejemplo la Inteligencia Artificial, generan saltos tan rápidos que pasamos de decepción al asombro/caos y permite generar cambios u oportunidades nunca antes pensadas. Internet es un gran disruptor, tan solo hace falta recordar el impacto de un día para otro a la industria de los taxis.
Cabe preguntarnos qué pasa cuando se juntan los actores como la educación y la tecnología. La conjunción de estos dos actores crea un impacto en la sociedad y cambia la metodología. Por ejemplo, es interesante observar cómo en el mundo se está dando una tendencia que combina la educación y la tecnología.
Es decir, vemos el caso del profesor Julioprofe (Julio Alberto Rios Gallego) que enseña Matemática con videos explicativos y ya cuenta con más de 4 millones de suscriptores. Además, se está viendo un gran avance en las inversiones que hacen diferentes empresas para programas educativos gratuitos, porque las mismas empresas necesitan de estas nuevas habilidades. Estos actores que están haciendo inversiones en EdTech para hacer un diferencial, para tener el impacto en la sociedad.
Si vamos al contexto y a la realidad de Latinoamérica, en los últimos 50 años ha cambiado muy poco la educación. Hemos sido capaces de aterrizar dos cohetes en simultáneo, trayéndolos de vuelta de la estratósfera, pero al mismo tiempo no pudimos generar una disrupción en la educación. Todavía tenemos un sistema de enseñanza que se mantiene atrasado o que no ha llegado a alcanzar lo necesario para generar impacto.
“Disrupcionar” la educación debería ser una prioridad para cerrar la brecha.
Educar a las personas en estas habilidades digitales puede significar cambiar las oportunidades de un país. Cada vez es mayor la necesidad de habilidades digitales nuevas, incluso los que estamos formados hoy, puede que en 5 o 10 años ya no lo estemos para las demandas del mercado.
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