Por: Francisca Márquez Doren. Académica de la Escuela de Enfermería de la Pontificia Universidad Católica de Chile
Recientemente se publicó un estudio del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), que informa que por primera vez el cáncer pasó a ser la primera causa de muerte desplazando a las enfermedades del sistema circulatorio.
Por lo anterior, se hace urgente reducir las brechas tanto para su diagnóstico, como también para su tratamiento, ampliando las posibilidades de acceso y cobertura de las personas con patología oncológica. En este sentido, quienes tenemos las herramientas para hacer un cambio de paradigma, estamos llamados a hacerlo. Pensando en ser un aporte para el país, como institución de educación superior, nos propusimos, como Escuela de Enfermería UC, ser parte del cambio desde la raíz, capacitando a profesionales de enfermería para una práctica avanzada de manera de ampliar las oportunidades de personas con cáncer.
Es así, que lanzamos un magíster en Enfermería de Práctica Avanzada con mención en oncología, para aportar con profesionales que lleguen a todos los sectores socioeconómicos y rincones del país, y justo cuando se hace más urgente la incorporación de personal de salud especializado que lleven a cabo acciones de prevención, diagnóstico, tratamiento, seguimiento y cuidados paliativos. Queremos ser un aporte y comenzar desde ya a reducir la brecha de acceso al tratamiento de las personas con patología oncológica.
Gracias a los adelantos tecnológicos, hoy en día los pacientes con cáncer pueden acceder a un diagnóstico oportuno y a tratamientos más efectivos. Sin embargo, la carencia de profesionales especializados para el área de oncología ha demostrado lo mucho que aún nos queda hacer como país.
Enfermeras y enfermeros en Práctica Avanzada, son un rol nuevo que se está instalando en Chile, y que precisamente, ha demostrado a nivel internacional que aportan a mejorar las brechas de acceso y cobertura de las personas con patologías específicas, como es el cáncer.
Por nuestra parte, como docentes e institución de educación superior y salud, reforzamos nuestro compromiso en investigación e innovación para la incorporación de más y mejores posibilidades que vayan en beneficio de los millones de personas que se enfrentan a esta enfermedad y que su impacto, más allá de beneficiar a unos pocos, beneficie a todos los chilenos.
El contenido expresado en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no representa necesariamente la visión ni línea editorial de Poder y Liderazgo.