Denisse Opazo creó una empresa certificada en comercio justo que elabora pastas libres de gluten
Cosecha Justa nació en 2015, cuando Denisse Opazo, ingeniera agrónoma, comenzó a trabajar con pequeños agricultores nacionales para comercializar su producción de trigo, harinas y legumbres. Tenía en mente la necesidad de vender legumbres nacionales, porque la mayoría de estos productos en Chile son importados.
Gracias a un fondo de la Fundación para la Innovación Agraria, FIA, logró abrir una tienda. Tras dos años conociendo mejor a sus clientes, entendió la necesidad de las personas con enfermedad celiaca. En 2017 se adjudicaron un nuevo fondo FIA de alimentos saludables, enfocado en la producción libre de gluten.
“Cuando íbamos a las ferias y llevábamos nuestros productos como lentejas y garbanzos y todo lo que producían los agricultores, la gente que tiene enfermedad celiaca nos decía, pero si ustedes tienen contacto directo con los agricultores, ¿por qué no certifican sus productos como libres de gluten?”, cuenta Denisse.
“Al principio no sabíamos mucho. Las lentejas o los garbanzos naturalmente no tienen gluten, pero las personas celiacas nos contaban que lo que se vende en un supermercado, puede traer o contener granos de trigo. Eso pasa porque las cadenas productivas son tan grandes, que las fábricas un día procesan trigo y al otro día lentejas, entonces existe contaminación cruzada. Nos dimos cuenta de que eso era algo muy relevante”, agrega.
Pastas de legumbres
Con ese último fondo adquirieron un molino en Austria. Seguían con la comercialización de los productos de los agricultores, pero además de venderlos como granos, comenzaron a molerlos para fabricar harinas. El año 2019 se les ocurrió hacer pasta (fideos) y así resultó un producto innovador, certificado como libre de gluten y que les valió ser reconocidos en el Top 10 dentro de las 50 innovaciones del Catálogo de Innovación Alimentaria de Chile 2021.
Trabajan con lentejas, garbanzos y arvejas con las que preparan dos variedades de pasta (penne y fusilli) que demoran entre 5 y 8 minutos en cocinarse una y 4 minutos la otra. Últimamente, están realizando pruebas con lupino. “Todas nuestras pastas son de un solo ingrediente, entonces la de garbanzo es 100% harina de garbanzo, la de arveja igual y la de lenteja lo mismo”. Es un tema que Denisse Opazo destaca, porque en el mercado es posible encontrar pasta que dice que está hecha de legumbres, pero tienen muchos otros ingredientes involucrados en su elaboración.
Cosecha Justa revaloriza la producción local, con proveedores que son agricultores del secano interior ubicados entre las regiones de Valparaíso y Biobío. De hecho, tienen certificación de Comercio Justo. La planta de Cosecha Justa está en Melipilla y comercializan a través de https://www.cosechajusta.cl/ y en más de 80 tiendas en todo Chile. También están en conversaciones para ingresar a con sus pastas a supermercados.
Desde hace algunas décadas, las legumbres que se consumen en Chile llegan desde el extranjero ¿Cómo ha sido la recepción de los agricultores respecto al trabajo de Cosecha Justa?
Siempre digo que es un trabajo para su autoestima, porque trabajaban la tierra y cosechaban, pero se quedaban con su producción en bodega. Si es que alguien compraba, les compraba muy barato. Cuando comenzamos a trabajar con ellos, ellos se sentían súper bien, porque sabían que nosotros estábamos interesados en sus legumbres, que los llevábamos a la ciudad y que a la gente sí le gustaban. Sienten que su producto vuelve a ser valorado y algunos agricultores están aumentando la superficie de cultivo, porque saben que tienen un comprador seguro que somos nosotros.
¿Y qué tal la respuesta de los consumidores?
Con los clientes también pasa algo importante, porque saber quién produjo lo que estás comiendo, ponerle una cara al agricultor, genera algo muy positivo, porque te acerca a quien produjo el alimento que estás consumiendo. Después de siete años de trabajo, hemos notado una evolución en la sociedad, especialmente en los consumidores más jóvenes que están interesados en consumir productos locales, pensando en la huella ecológica, por ejemplo. Entienden lo que significa para el medioambiente el transporte de productos desde el extranjero; entienden que la economía se fortalece, porque el dinero le llega los productores de aquí, porque se va desarrollando una cadena productiva más cercana, más humana.