Por: Irina Salgado G. Periodista. Magister en Gobierno y Sociedad
Durante el último mes las noticias regionales en Antofagasta han estado marcadas por eventos trágicos como la muerte del joven de 16 años, Ángel García Aguilera (q.e.p.d); este hecho de violencia se puede sumar a una larga lista que demuestra que la delincuencia y narcotráfico se ha tomado los espacios públicos y calles de varias ciudades nortinas. A eso se suma una cantidad de rucos en diferentes zonas costeras y cascos históricos céntricos tomados por los ambulantes.
Debemos ahora preguntarnos cuales son las acciones concretas y planes de las autoridades nacionales, regionales y locales para abordar esta problemática que hoy lleva a las personas a vivir con temor, los habitantes de un barrio que antes vivían en paz, hoy sienten que ni su casa es segura, menos salir a la calle. Sino hay calidad de vida para sus habitantes menos la habrá para quienes tengan que visitar ese destino, comuna, región o país.
La Región de Antofagasta recibe en su PIB regional un porcentaje asociado a lo que se conoce como turismo Mice, de negocios, asociado a la minería o energías renovables no convencionales; junto con el turismo de interés especiales con un destino de categoría internacional como el Desierto de Atacama. Ahora bien, como cree Usted que un turista de larga distancia que desea llegar a un destino como San Pedro de Atacama, visualiza hoy a ¿Chile o Antofagasta cómo un destino seguro?
Como plantea la Organización Mundial del Turismo, OMT la decisión de un viajero parte por algunos aspectos fundamentales como el destino o experiencia en el 80% de escoger un lugar para viajar esta asociada a “motivos de decisión de un turista son la seguridad, limpieza y cambio monetario”.
Cámaras de Comercio y Turismo de Arica, Iquique, Antofagasta, entre otros gremios han señalado públicamente las pérdidas que ya tuvieron a partir del estallido social, pandemia y hoy el apoderamiento de los espacios públicos e inseguridad de sus ciudades por la delincuencia.
En este momento lo que se necesita es tomar decisiones que tengan impactos concretos, acciones que cuiden a las familias nortinas entre organismos públicos, policías, comunidad organizada. No esperemos que mueran más niños ni jóvenes. Una madre que perdió a su hijo, nadie se lo regresará y en la empatía de ser madre, lo que espero, deseo y para lo que trabajo es para que mi hijo viva en una ciudad segura, en un país que le brinde oportunidades en un ambiente tranquilo, no vivir con miedo asociado a perder la vida por un celular, billetera o auto, eso no es calidad de vida para nadie.
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