La actividad tuvo por objetivo generar un espacio de reflexión acerca de la adicción en los adultos responsables de niños, niñas y adolescentes que participan del Centro, considerando los juicios y prejuicios con respecto a la salud mental y al consumo de drogas
Exitoso resultó el primer encuentro para adultos responsables organizado por el Centro La Brújula, dependiente de la División Salud de la Corporación Municipal. A través de distintas dinámicas participativas, el encuentro permitió indagar en las expectativas que los adultos tienen respecto al proceso de tratamiento de su familiar en el programa La Brújula.
El encuentro fue realizado por trabajadoras sociales del centro, quienes facilitaron el espacio y la discusión grupal, dando a conocer y reforzando los objetivos y el enfoque teórico metodológico del centro.
El alcalde de Rancagua, Juan Ramón Godoy, dio un afectuoso saludo de bienvenida a través de la coordinadora del centro, enfatizando que el centro es un espacio abierto de y para la comunidad de Rancagua y la región, resaltando a su vez la importancia que este tipo de iniciativas tienen en el tratamiento integral de la salud mental de niños, niñas y adolescentes y jóvenes.
Al encuentro asistieron 15 adultos responsables, quienes señalaron haberse sentido escuchados, acompañados y por sobre todo comprendidos con la situación familiar en la cual se encuentran, por lo cual solicitaron realizar este encuentro de manera permanente en formato taller.
En base a esto, se planteó un taller semanal cuyos próximos temas a abordar corresponderán a estilos de crianza, así como el fortalecimiento de la comunicación familiar y el desarrollo de habilidades blandas.
Al finalizar el taller, las terapeutas señalaron que los y las adultos responsables mostraron plena disposición a participar, demostrar emociones y apoyarse mutuamente, por lo que se generó un ambiente propicio para la reflexión y la intervención socio-familiar.
La actividad estuvo enmarcada en uno de los objetivos de intervención del Centro la Brújula, el cual través de los espacios participativos grupales busca facilitar la reflexión y compresión de los adultos responsables sobre la adolescencia, la droga y el consumo, además de fortalecer la crianza y los roles a nivel familiar. Todo lo anterior a través de un enfoque ecológico, apoyado de las perspectivas del desarrollo adolescente y sus necesidades.