Por: Federico Gelblung. Customer Success Team, VISMA Latam
La Encuesta de Actitudes de Beneficios Laborales elaborada por WTW, que mide la satisfacción emocional y bienestar laboral, expuso una baja significativa en Chile. El 20% de los chilenos se siente conectado socialmente, lo que presenta una disminución en comparación al mismo estudio realizado entre el 2019 y el 2022, donde alcanzó el 33%. A esto se suma que los que reportaron sentirse emocionalmente balanceados también disminuyeron de un 53% a 46%.
Además, la quinta edición del estudio “Termómetro de la Salud Mental en Chile ACHS-UC” aportó un dato llamativo, que fue el aumento de personas que desde el inicio de la pandemia han asistido con un profesional de la salud por problemas emocionales o de salud mental. Si en agosto de 2021 un 16,7% respondió que lo había hecho al menos una vez, en mayo de este año la cifra subió más del doble, a un 34,1%.
Para la Organización Mundial de la Salud (OMS), la salud mental es un estado de bienestar en el que la persona puede desarrollar sus capacidades, hacer frente al estrés normal de la vida y trabajar de forma productiva.
Recientemente se conmemoró el día mundial de la salud mental, un día en el cual como empleadores debemos hacer una pausa y plantearnos qué objetivos tenemos como organización para mejorar el bienestar de nuestros colaboradores, con el fin de ayudar y evitar que padezcan problemas de salud física y mental, absentismo, pérdida de productividad.
Existen asesinos de la motivación laboral, como, por ejemplo, el poco reconocimiento, la falta de crecimiento, el ambiente negativo, las reuniones sin sentido, los jefes controladores, la falta de objetivos claros, la rigidez en los horarios, entre otros. Es aquí donde como empleadores debemos hacer frente, buscar maneras y promover la salud mental en los espacios laborales; los colaboradores necesitan espacios para hablar de lo que sienten, lo que les pasa y de su vida fuera del trabajo.
Los colaboradores desean que sus jefes sean “cercanos”, que se preocupen por ellos como personas, más allá de las tareas a desarrollar, que se interesen por su bienestar integral. Las crisis sociales, económicas, Covid-19, hicieron que el bienestar se volviera frágil y vital. Recuperar el equilibrio emocional tendrá, sin duda, un impacto positivo en el ámbito laboral.
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