Poderyliderazgo.cl conversó con la alcaldesa de Palmilla con miras a revisar su trayectoria personal y política, su visión de la vida, el rol que tienen las mujeres en la sociedad y en el quehacer político, especialmente en aquellas zonas rurales donde el machismo se siente y se vive a diario
Gloria de las Mercedes Paredes Valdés es de profesión Técnico Agrícola, militante de la Democracia Cristina y desde siempre ha estado vinculada a la agricultura campesina. Trabajó en Indap, fue por dos periodos concejala y hoy está en su tercer periodo como alcaldesa de la comuna Palmilla, en el corazón de la región de O’Higgins.
Se trata de un liderazgo reconocido y validado en el territorio, que comienza a forjarse a muy temprana edad. Gloria nació en San Fernando, estudió en la Escuela N°7, que por aquel entonces era un internado exclusivo para varones, pero producto de una enfermedad tuvo que estudiar ahí, siendo la única niña en el recinto por años, lo que marca su carácter y su forma de relacionarse con lo demás.
Con 63 años de vida, y madre de cuatro hijos (tres mujeres y un varón), la alcaldesa nos comenta con voz pausada y al inicio de nuestra conversación los lineamientos centrales que han marcado su vida. “No he visto nunca limitantes. Es difícil para una como mujer, pero ceo que las limitaciones se las va poniendo un misma. En mi caso particular he enfrentado la vida sin mirar la diferencia, creo que uno puede proponerse cosas y lograrlas”.
¿Cuáles fueron sus principales motivaciones para ingresar al mundo político?
“Por la necesidad de servir, de estar con la gente, de acompañar. Siempre he tenido inquietudes sociales y siempre he trabajado a través de la Iglesia, en diferentes tipos de agrupaciones. Pertenezco a la Confederación Nacional Unidad Obrero Campesina, abrace la causa de la agricultura campesina antes de ser política”.
“Yo tenía 13 años cuando fue el golpe militar, y de ahí en adelante siempre he estado activando en algo, teniendo conciencia social, buscando la forma de aportar de donde una estuviera. Me involucré mucho con la agricultura campesina y llegué acá en el año 90, después de haber pasado por una montonera de cosas que no es agradable recordar”.
¿Pero cómo llega a dar el paso definitivo hacia la política electoral?
“Yo no lo busqué, a mí don Rafael Moreno me dijo “pucha Gloria necesitamos un concejal, hay dos varones, necesitamos una mujer que nos representé” y finalmente yo acepté con el ánimo de más que de buscar una carrera política, lo hice como una forma de poder conducir políticas públicas hacia la agricultura campesina”.
En virtud de su experiencia y trayectoria política, ¿Cuánto ha cambiado el mundo para las mujeres?
“Escucho a diario tanta cosa que no debiera darse, en la cultura machista a veces se relega a la mujer a que se sienta como un ser inferior y la verdad que no termina bien, porque la agresión no es solo física, muchas veces el menoscabo, el ignorar, el no creer que las mujeres pueden lograr cosas, también es horrible, porque finalmente va limitando la capacidad de proyección de las mujeres. Son flagelos que tenemos que trabajar y luchar, tenemos que ser solidarias para ir potenciándonos”.
¿Y son solidarias las mujeres en el mundo político?
“Ni los hombres ni las mujeres. En política todos quieren ser, todos quieren ir escalando a cualquier costo y yo no comparto eso. Creo que si se van dando las cosas, se da una oportunidad, tienes que tomarlo como un trabajo, buscando resolver los problemas. Es difícil conducir equipos, sobre todo cuando están conformados mayoritariamente por hombres. Cuesta cambiar la mentalidad, que las mujeres sean miradas de igual a igual”.
¿Qué es lo más complejo que le ha tocado vivir en su carrera política en torno al machismo?
“Primero que una nunca deja de ser dueña de casa, al igual que las mujeres profesionales que trabajan en una empresa, una siendo alcaldesa tiene la preocupación de administrar una comuna y también la responsabilidad de los hijos, de la casa y que esta funcione. Esto es diferente a los varones, porque muchos varones que son autoridades llegan y tienen quien los atienda”.
“El otro tema difícil y al que no me voy a acostumbrar nunca es que en política todo vale. Yo creo en la discusión de ideas, creo que si tú tienes posturas y visiones tú tienes que defenderlas con fervor y demostrar que las cosas son diferentes y puedes desencadenar cosas positivas por el bienestar de la gente. Entonces cuando nosotras caemos en esto en política, cuando generalmente la competencia es con varones, te encuentran fea, te sacan tus defectos o sacan que tu hijo hizo una cosa u otra, que finalmente inventan y calumnian”.
¿Cuáles son las brechas, dificultades, que impiden que haya más mujeres en el quehacer político?
“No creo que haya una voluntad real de querer paridad de género, porque da pena ver cuando andan buscando una mujer para completar la lista porque tienen que llevar una mujer. Lo encuentro indignante, creo que hay mujeres preparadas, mujeres inteligentes que podrían perfectamente abrirse caminos si se lo permitieran. No necesitar de esto por buena onda, “por paridad de género te vamos a llevar de candidata”, sabiendo que tú no le vas a hacer daño al candidato”.
“Se mal usa esto del género, estos cuoteos políticos que se dan, a lo mejor son importantes, pero no son porque sí no más, porque para mí también es una ofensa que se me abra un espacio por el solo hecho de ser mujer. Yo también pienso, yo también tengo ideas, yo soy idealista, también tengo propuestas, también puedo trabajar por el desarrollo, entonces finalmente va más allá”.
“Las cupulas generalmente son de hombres, ellos deciden y tú para poder imponerte tienes que casi masculinizarte, gritar y eso no me gusta. Nosotras somos entes racionales, tenemos sensibilidad social, tenemos un camino que recorrer y perfectamente se puede hacer respetándonos todos”.
¿Qué aporta la mujer a la política?
“Mucho, muchísimo. Tampoco voy a idealizar el género, pero la sensibilidad y capacidad de trabajo es totalmente diferente a la de un varón. En todos estos años he ejercitado los sentidos, entonces yo me doy cuenta cuando la gente llega afligida, la conexión que una tiene con las familias, con la gente, con la realidad. Lamento que muchas veces, por esto de los estereotipos que establecen que los hombres tienen poca sensibilidad y tienen que actuar de una manera más varonil, los hace a veces perderse de esta riqueza tan valiosa que uno tiene para aportar en las diferentes esferas”.
“La capacidad de escuchar, de observar, pensar antes de hablar, el no querer ser la figura sino intervenir cuando crees que vas a hacer un aporte, es mucho lo que se aporta cuando se le da espacio a las mujeres. Abrir espacios a las mujeres significa humanizar el sistema”.
¿Qué está haciendo Gloria Paredes para abrir más espacios a las mujeres?
“Cuando asumí como alcaldesa no teníamos una Oficina de la Mujer, estaba la Oficina de la Familia y Mujer, yo separé y puse a una antropóloga a cargo de la Oficina de la Mujer y buscamos relacionarnos con Sernameg para poder obtener un centro de la mujer, que hoy lo tenemos, y que tiene una labor bastante especifica que es recuperar, acompañar, estar con las mujeres que son violentadas, tanto física como psicológicamente”.
“Pero para mí la Oficina de la Mujer tiene que cumplir otro rol y el rol más importante, aparte de generar oportunidades laborales para las mujeres jefas de hogar, es brindar oportunidades y hacer de nexo, es desarrollar intelectualmente las capacidades de las mujeres”.
“Es importante, que desde las bases, desde las comunas, desde las organizaciones, potenciar a las mujeres en todo lo que es su desarrollo personal, propiciar la capacidad que tienen para asumir roles que pueden partir de presidentas de juntas de vecinos a ser concejalas, alcaldesas, diputadas”.
¿Qué mensaje le entrega a aquellas mujeres, especialmente a las de Palmilla, que están interesadas en participar en política?
“Bueno yo siempre digo que digo que Palmilla tiene tanta cosa que mostrar, tanto que hacer, ahí están las dos agriculturas, la agroexportadora y la campesina, tenemos patrimonio nacional, el tema de la vitivinicultura que se puede transformar en un eje de desarrollo importante. Hay muchas cosas que hacer y creo que finalmente estamos llamadas a hacer cosas grandes, no a ponerse límites”.
“Hay que generar identidad, querer su comuna, querer estar, son pocas las oportunidades laborales que nosotros tenemos, a no ser que sea en el campo de temporera, pero hay que ir generando nuevos espacios para la integración plena de todas las mujeres que estudian y que quieren volver, es un tema difícil, pero tiene que ver con el desarrollo local, con el desarrollo territorial y con las políticas públicas descentralizadoras.
“Como consejo, que luchen, porque al principio a nadie le abren las puertas, no es fácil, un título no garantiza que la van a estar esperando con los brazos abiertos a trabajar, hay que luchar por lo que uno cree, luchar y mirar un poco más allá de lo personal, ver como aportan a su comunidad, a la gente que la vio nacer, que la ayudaron a educarse”.
Finalmente, ¿cuáles son los principales desafíos, en términos personales como políticos, de Gloria Paredes?
“Mí única gran aspiración es vivir y ser feliz. Si yo estoy bien, voy a poder estar y acompañar a otros. No es ser egocentrista, pero nacimos para estar felices en esta vida y a veces tanta cosa fea que nos toca ver, nos amarga y nos hace perder el norte de que todos los días abrimos los ojos, respiramos y que estamos aquí para darle un sentido a esta vida”.